CANALLADAS

Se ha pasado un montón de días callado. Vamos, que no se le ha visto el pelo desde su triunfo electoral más en que la toma de posesión y en otros actos de alto nivel, bien alejadito de los ciudadanos. Y hoy ha roto parcialmente el silencio, a través de una entrevista con la agencia EFE, no una rueda de prensa, no, ¡qué miedo!, para decir obviedades y algo que ya habíamos entendido todos de sobra: y es que de todo aquello que había dicho, durante su campaña de acoso y derribo al gobierno Zapatero, y ni se acuerda, y que donde dije digo, digo diego. Vamos que se ha pasado sus afirmaciones categóricas por el arco del triunfo, incluída aquella de que él jamas nos mentiría.

Vaya si lo ha hecho. Desde el primer día. Lo que pasa que no se ha atrevido a salir a contarlo el mismo y ha mandado a su todoterreno y vicepresidente Soraya Saez de Santamaría y a su palafrenero andaluz, Javier Arenas.

Que bueno, que sí, que lo sabíamos, que dada la situación no había alternativa, pero hombre ya que nos miente que lo haga con un poco de glamour.

Pues nada aquí estamos. Con la dichosa subida de impuestos, la ridícula subida a los pensionistas mientras les mete y nos mete el descuento en el IRPF, la congelación del salario mínimo (que es un abusón, por aquello de meterse con los más débiles), las congelaciones de sueldo y plazas a los funcionarios y eso es solo el principio. Nos anuncian más males, nos piden que nos relajemos y oye que no queda más remedio porque ya se sabe, todo culpa de ZP.

En fin, se nos vienen encima tiempos difíciles, con un responsable económico De Guindos, de tristísima trayectoria (véanse sus trabajos de los últimos años), con un PP crecido y sin sonrojarse a pesar de estar enmierdado de escándalos, con dos de sus expresidentes autonómicos sentados en el banquillo, y con un discurso canalla y mentiroso en el que nos quieren vender aquello de que los malos son los otros y que la receta de aceite de ricino la extienden por nuestro bien. ¡Hay que tener jeta!