Rajoy:¿el Berlusconi español?

Puede sonar un poco fuerte y, para algunos, la comparación puede ser odiosa, pero hay gestos, palabras y hechos que hacen pensar que nuestro Rajoy apunta maneras sobre todo en eso de intentar moldear la realidad a su imagen y semejanza.

Apunta el diario El País, la foto es suya, que el señor Rajoy insinúa la posibilidad de modificar la ley antitabaco, la misma que apoyaron él mismo y su grupo, porque no le gustan los extremismos. Vaya, que con eso de ir de moderado ahora nos quiere vender gato por liebre. Cuando el país ya se ha adaptado y aplaude los beneficios de la ley, el presidenciable se descuelga con la posibilidad de abrir la mano, o lo que es lo mismo que volvamos a la situación sindios anterior, donde se fume en la mayoría de los bares. Y todo porque al señor le gusta fumarse un puro de cuando en cuando, al igual que a la inefable Aguirre. Lo que quiere es echar por tierra el esfuerzo y el avance de los últimos años.

Y no es solo en eso en lo que se traduciría ese ataque de "moderación" de don Mariano. Agarrándose al mismo quiere retocar las leyes del aborto y el matrimonio homosexual, la ley de igualdad y por supuestos las que regulan la educación. Así las cosas ¿no estará confundiendo moderación con "con esta capa yo me hago un sayo", es decir remodelar las leyes a su gusto y conveniencia político-religiosa?. Así empezó Berlusconi, ahora caído en desgracia, y se le fue la mano. Pero además Rajoy comparte esa autosuficiencia de creer que en cuanto llegue al gobierno va arreglar eso de la crisis en dos patadas. Y haría mal no haciendo caso de las advertencias que nos vienen de fuera. Sr. Rajoy no hay ni fórmulas ni varitas mágicas, y espero que en su alucinada llegada a la Moncloa, si es que se produce, no caiga usted en la tentación del sabelotodo y tenga cuidado, no le vaya, nos, vaya a ocurrir como a los italianos, que de tanto reirle las gracias a Berlusco, están a punto de rescate.