CLOACAS DEL PODER
El feliz desenlace del secuestro del Playa de Bakio (enhorabuena a tripulantes y familias) no debería hacernos perder de vista otros flecos que rodean este desgraciado incidente. Que Somalia no tiene remedio es algo bien conocido desde hace muchos años: no en vano en los últimos dieciocho es el territorio del desgobierno, de los señores de la guerra, de bandas criminales de todo tipo y de una población exhausta, famélica, hambrienta, padecedora de todo tipo de tropelías y víctima de intereses de grandes potencias y de matones de tres al cuarto. Pero en Somalia no hay nada que interese, así que seguirán así por mucho tiempo, desgraciadamente.
Lo cierto es que aquel territorio y aquellas aguas son un sindios. No hay ley que valga, salvo la del más fuerte, no hay convenios internacionales aplicables...solo hay hambre, desesperación y mucha mucha violencia. Y en esto nos enteramos que nuestro pesqueros, algunos, navegan por aguas tan procelosas persiguiendo al preciado atún que, caprichoso él, lo mismo elige aguas mozambiqueñas que le da por largarse, en busca de emociones, a las somalíes o de quien sean.
Probablemente sabían y saben del peligro de la zona y se enconmendaban más al "a mi no va a pasarme nada" que a la patrona oficial, la virgen del Carmen.
Seguramente existe una advertencia oficial, que casi nadie consulta, de la temeridad de transitar por esa zona, como hay avisos para otras partes del mundo (conviene a trabajadores y aventureros consultar la página del ministerio de Exteriores). Pero el que se ponga ese aviso no exime a nuestro gobierno de la parte alícuota de responsabilidad.
Digo esto porque, con los antecedentes habidos, sería lógico que las autoridades hicieran llegar más a menudo esos avisos y advertencias e incluso prohibiciones a armadores que ponen por delante el beneficio de las capturas que la seguridad de las tripulaciones. Del empresario ambicioso y poco escrupuloso poco se puede esperar, pero la administración tiene recursos, seguro, para apretar las tuercas y poner las cosas en su sitio. Porque al final ocurren desgracias como el secuestro de ese pesquero, se abre una grave crísis, hay que negociar con delincuentes y soltarles una buena pasta, con los dedos cruzados para asegurarse que no cometan ninguna locura con las víctimas. No tengo ni idea de quien paga el rescate, si el armador o el gobierno, es decir todos, porque en estas cosas hay mucho oscurantismo, más que nada para no dejar con el culo al aire la política oficial de de que no se negocia con delincuentes y terroristas.
Pero dicho esto me llama la atención también el que hayamos conocido detalles sobre la presencia en las calientes aguas de la zona de una de nuestras fragatas más modernas. Y no está allí para proteger ni nuestros intereses ni las vidas de nuestros ciudadanos. Resulta que semejante joya está al servicio de los juegos de guerra norteamericanos y británicos en la zona, vamos pintándola para tener contento al señor Bush. Y digo yo que si el objetivo primordial de nuestras fuerzas armas y sus equipos es proteger a nuestros ciudadanos y nuestro territorio, qué leches hacemos allí. Si no hay nada mejor que hacer mucho más cerca, mejor sería que estuvieran patrullando en aguas donde tenemos intereses reales y donde nuestro conciudadanos pueden peligrar y dejar de hacer el ganso según lo establezcan en el Pentágono.
El episodio de Playa de Bakio deja demasiada suciedad al descubierto y una actitud del gobierno demasiado autocomplaciente y poco efectiva. Menos mal que pagando todavía se solucionan algunas crísis. Lo dicho, enhorabuena a tripulación y familias.
Salud
Lo cierto es que aquel territorio y aquellas aguas son un sindios. No hay ley que valga, salvo la del más fuerte, no hay convenios internacionales aplicables...solo hay hambre, desesperación y mucha mucha violencia. Y en esto nos enteramos que nuestro pesqueros, algunos, navegan por aguas tan procelosas persiguiendo al preciado atún que, caprichoso él, lo mismo elige aguas mozambiqueñas que le da por largarse, en busca de emociones, a las somalíes o de quien sean.
Probablemente sabían y saben del peligro de la zona y se enconmendaban más al "a mi no va a pasarme nada" que a la patrona oficial, la virgen del Carmen.
Seguramente existe una advertencia oficial, que casi nadie consulta, de la temeridad de transitar por esa zona, como hay avisos para otras partes del mundo (conviene a trabajadores y aventureros consultar la página del ministerio de Exteriores). Pero el que se ponga ese aviso no exime a nuestro gobierno de la parte alícuota de responsabilidad.
Digo esto porque, con los antecedentes habidos, sería lógico que las autoridades hicieran llegar más a menudo esos avisos y advertencias e incluso prohibiciones a armadores que ponen por delante el beneficio de las capturas que la seguridad de las tripulaciones. Del empresario ambicioso y poco escrupuloso poco se puede esperar, pero la administración tiene recursos, seguro, para apretar las tuercas y poner las cosas en su sitio. Porque al final ocurren desgracias como el secuestro de ese pesquero, se abre una grave crísis, hay que negociar con delincuentes y soltarles una buena pasta, con los dedos cruzados para asegurarse que no cometan ninguna locura con las víctimas. No tengo ni idea de quien paga el rescate, si el armador o el gobierno, es decir todos, porque en estas cosas hay mucho oscurantismo, más que nada para no dejar con el culo al aire la política oficial de de que no se negocia con delincuentes y terroristas.
Pero dicho esto me llama la atención también el que hayamos conocido detalles sobre la presencia en las calientes aguas de la zona de una de nuestras fragatas más modernas. Y no está allí para proteger ni nuestros intereses ni las vidas de nuestros ciudadanos. Resulta que semejante joya está al servicio de los juegos de guerra norteamericanos y británicos en la zona, vamos pintándola para tener contento al señor Bush. Y digo yo que si el objetivo primordial de nuestras fuerzas armas y sus equipos es proteger a nuestros ciudadanos y nuestro territorio, qué leches hacemos allí. Si no hay nada mejor que hacer mucho más cerca, mejor sería que estuvieran patrullando en aguas donde tenemos intereses reales y donde nuestro conciudadanos pueden peligrar y dejar de hacer el ganso según lo establezcan en el Pentágono.
El episodio de Playa de Bakio deja demasiada suciedad al descubierto y una actitud del gobierno demasiado autocomplaciente y poco efectiva. Menos mal que pagando todavía se solucionan algunas crísis. Lo dicho, enhorabuena a tripulación y familias.
Salud
Etiquetas: bush, Playa de Bakio, Somalia
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