AGUIRRE, LIBERAL
Anda estos días Esperanza Aguirre, de profesión presidenta de la comunidad de Madrid, deshojando la margarita de si se presenta o no al liderazgo de su partido, o más bien a discutírselo a Rajoy. Como ya tiene antecedentes, sus desmentidos de los últimos días, asegurando que no va a presentar candidatura, no se los cree ni ella. Y más cuando subraya que es buena jugadora de póker, o que nadie sabe que puede ocurrir en los dos meses que faltan al Congreso. Y mientras desmiente, no deja de alardear de los excelentes resultados que su partido, o sea ella, sacó en Madrid en las elecciones que...perdió Rajoy.
Pero bueno, más allá de las querella internas en el PP y de las ambiciones de la señora Aguirre, lo que debería preocuparnos, al menos a los que residimos en esta comunidad que ella preside, es la situación de la sanidad pública. Mañana jueves, y el viernes, los médicos de familia vuelven al paro. No piden nada del otro mundo: que se frene el deterioro de la sanidad pública, que se den más recursos, ya que hay más pacientes, y que se establezcan unos mínimos de atención a los enfermos y no como ahora que nos tienen que despachar como churros.
No son peticiones enloquecidas, sino lógicas en una comunidad que gana habitantes y cada vez destina menos dineros a la sanidad...pública. Porque es que doña Esperanza parece lanzada, los últimos meses, en dinamizar la sanidad privada, mediante conciertos y entrega de la gestión, que sería discutible si es que ella y su gobierno quisieran discutirlo. Pero ella es liberal. De eso presume. Y confundiendo churras con merinas le da por privatizarlo todo, mejor dicho casi todo. Porque mientras entrega gestión de hospitales y ya de algunos ambulatorios y centros de asistencia primaria a grupos privados, los que quedan en el área pública están cada vez más desguarnecidos, desprovistos de recursos y personal y atiborrados de gente.
Yo no sé que sanidad utiliza la señora Aguirre. Yo, la pública. Y me solidarizo con sus medic@s. enfermer@s y personal en general. La presidenta se pasa por los mismísimos los derechos de los ciudadanos y de los que trabajan en la sanidad pública. Yasí no se puede. Señora Aguirre, bájese del limbo, relea a los liberales y de paso vaya de visita a algunos de los ambulatorios donde falta de casi todo y la atención primaria hace tiempo que deja mucho que desear. Luego, ¡cómo no van a crecer las listas de espera y se van a saturar las urgencias¡.
Salud, y nunca mejor dicho.
Pero bueno, más allá de las querella internas en el PP y de las ambiciones de la señora Aguirre, lo que debería preocuparnos, al menos a los que residimos en esta comunidad que ella preside, es la situación de la sanidad pública. Mañana jueves, y el viernes, los médicos de familia vuelven al paro. No piden nada del otro mundo: que se frene el deterioro de la sanidad pública, que se den más recursos, ya que hay más pacientes, y que se establezcan unos mínimos de atención a los enfermos y no como ahora que nos tienen que despachar como churros.
No son peticiones enloquecidas, sino lógicas en una comunidad que gana habitantes y cada vez destina menos dineros a la sanidad...pública. Porque es que doña Esperanza parece lanzada, los últimos meses, en dinamizar la sanidad privada, mediante conciertos y entrega de la gestión, que sería discutible si es que ella y su gobierno quisieran discutirlo. Pero ella es liberal. De eso presume. Y confundiendo churras con merinas le da por privatizarlo todo, mejor dicho casi todo. Porque mientras entrega gestión de hospitales y ya de algunos ambulatorios y centros de asistencia primaria a grupos privados, los que quedan en el área pública están cada vez más desguarnecidos, desprovistos de recursos y personal y atiborrados de gente.
Yo no sé que sanidad utiliza la señora Aguirre. Yo, la pública. Y me solidarizo con sus medic@s. enfermer@s y personal en general. La presidenta se pasa por los mismísimos los derechos de los ciudadanos y de los que trabajan en la sanidad pública. Yasí no se puede. Señora Aguirre, bájese del limbo, relea a los liberales y de paso vaya de visita a algunos de los ambulatorios donde falta de casi todo y la atención primaria hace tiempo que deja mucho que desear. Luego, ¡cómo no van a crecer las listas de espera y se van a saturar las urgencias¡.
Salud, y nunca mejor dicho.
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