CHORIZADAS

El PP, o al menos un sector, parece decidido a incluir las chorizadas como uno de los elementos claves de su ideario político. Y sino deberían explicar todo eso de mantener a un chorizo, Camps, como candidato a la presidencia valenciana, una vez que está imputado y con acusación formal por parte de la fiscalía. Es lamentable el espectáculo dado este fin de semana por varios dirigentes del PP, empezando por el impresentable González Pons, seguido por la choriza alcaldesa de Valencia, si la de los bolsos, la que se atraganta cuando se pone a lanzar mierda contra la justicia, y rematando la señora Cospedal, experta ella en repartir confusión y acusaciones basadas en aquello de que mas vale un buen ataque que una defensa razonable.

Lo de Camps no tiene nombre. No solo por el choriceo, que es mucho más que unos trajes y corbatas, aunque quien los pillara. Es que el solo hecho de aceptar esos sobornos, y sin entrar en cuestiones de mas calado, que las hay, seguro, ya le inhabilitan para seguir en la cosa pública. Es patética su forma de agarrarse al poder, de hacerse el ofendido, de buscar en las urnas el perdón a sus delitos...¡Cómo proliferan estos políticos sin escrúpulos!.

Mariano Rajoy tiene ahora una buena oportunidad de cambiar las cosas, y de paso convencernos de que no debemos temer nada cuando llegue a la presidencia del gobierno porque para entonces se habrá desembarazado de todos esos chorizos que le pueden haber venido bien hasta ahora. No tiene Rajoy de qué preocuparse, porque sin Camps, Valencia seguirá siendo pepera, así que debería valorar serenamente si merece la pena mantener a ese elemento y su clack en primera fila. Sería bueno para el PP y muy saludable para el país que se desprendiera de ellos. Esperemos equivocarnos y pensar que, por una vez, tomará la decisión que se espera. Empezaríamos a ver las cosas de otra manera.

Salud