DE INDECENCIAS E INCOMPETENCIAS

Hay un viejo dicho que por repetido no es menos cierto. La mujer del César no sólo ha de parecer honesta, sino serlo. Es un dicho que debería estar grabado con letras imborrables en el perfil de todo aquel que quiera dedicarse a la política. Porque ser cargo público debería suponer ante todo honradez, ya que se trabaja con el dinero de todos, y por supuesto transparencia. Pero bueno, ya se sabe, del dicho al hecho hay un trecho y nuestros políticos, no todos, pero muchos, adolecen precisamente de honradez  o por lo menos de trasparencia. Este fin de semana, para bochorno general, hemos asistido al circo que el PP ha montado por tierras valencianas. Arman mucho ruido, insultan a quien no les sigue la corriente y buscan exculpaciones, o bien en las urnas, en las próximas elecciones europeas, o bien acusando al que les señala como "nuevos inquisidores del XXI". La desvergüenza de Camps, presidente de la Comunitat Valenciana, más conocido por no conservar las facturas de sus trajes de tres mil euros (que otros dicen que pagaba la mafia Gürtel), y de Federico Trillo, ex-ministro y responsable, por mucho que quiera esconderse, de la tragedia del Yak 42, no tiene límite. Han traspasado todas las barreras de la decencia. Se ven poseedores de esa capa tan engañosa de verdad que quieren hacernos pasar por tontos a los demás y convencernos que lo suyo es lo normal. Y luego tenemos al lider del PP, Mariano Rajoy, que ha ofrecido estos días su imagen más patética, de rehén de esos y otros sinvergüenzas. No puede ser esto. Es profundamente indecente y peligroso en cuanto obliga a los suyos a atrincherarse en lo indefendible y tomar lo que es el simple destape de sus corruptelas en un ataque en toda regla contra la formación pepera. Supongo que algún rédito electoral les dará a corto plazo, pero convertir la corrupción en algo bendecido por las masas es la mayor y más peligrosa de las estupideces.

Y mientras el PP pretende convertir en oro electoral la mierda de su corrupción, el PSOE, y más su gobierno, andan tan despistados que van de error en error y recurren al famoso y tu más para intentar taparlos. La última tarascada ha sido la de ocultar al personal, durante unos días el brote de gripe A o porcina en el acuartelamiento de Hoyo de Manzanares. Hay que ser torpes para intentar aplazar la notificación, permitiendo al mismo tiempo que dos grupos de escolares visitaran el centro donde ya se había detectado el brote. No sé si esto debe conllevar la dimisión de la ministra de Defensa, como pide el PP ( que no se la aplica a si mismo), pero no estaría mal que se fuera. No porque supiera del asunto y quisiera taparlo, porque un ministro me imagino que no tiene toda la información de lo que pasa en todas y cada una de las dependencias que tiene su organismo. Pero  debería dimitir por no reaccionar de inmediato destituyendo a aquellos que ocultaron más tiempo del debido lo que ocurría. ¿O es que le tiene miedo al escalafón militar?. Tapar torpezas no sirve de nada. Y en este país, aunque el episodio como tal no tenga mayor importancia, deberían aplicarse responsabilidades de inmediato. Así que señora Chacón haga un favor a la clase política y váyase. Porque el no tomar decisiones tiene mucho que ver con la incompetencia.

En fin, que en este país nos queda mucho que aprender y mucho que hacer. Habrá que esperar, en todo caso, a que pasen las elecciones porque ahora parece que solo hay tiempo para el ruido y la furia. ¡Qué hartura!.

Salud