¿DE QUÉ SE RIE, SEÑOR PRESIDENTE?

Así de risueño andaba esta mañana el presidente del gobierno, poco antes de comparecer ante el comité internacional ese que anda evaluando a qué ciudad le darán el negociazo de las Olimpiadas de 2016. Se le veía feliz y más cuando todavía anda con resaca de la paliza del Barça al Madrid del pasado fin de semana. Incluso no pudo evitar hacer un comentario, un poco forzado la verdad. En fin, lo de su apoyo a la candidatura de Madrid estaba obligado, porque sino menuda imagen iba a dar la capital ante el dicho comité. Además se le ve que le echa moral, porque en esta batalla los madriles lo tienen crudo ante el Chicago de Obama. A lo que ya no le veo la gracia es a su "felicidad", que lo mismo luce aquí que en sus reuniones de fin de semana, siempre con los suyos, no vaya a ser que salga a la calle y el personal le abuchee. Resulta querido ZP, o presidente Rodríguez como le llaman en Teleesperanza, que ir con esa alegría por la vida ya no convence ni cautiva. Que su optimismo empieza a ser ya rayante y que, en fin, resumiendo en plan castizo, el horno no está para bollos. Porque mientras usted hacia el papelón ante el comité y sonreía tan feliz, en los digitales y las radios se colaba el dato del paro de abril. Otros cuarenta mil. Y van tres millones seiscientos mil....No es que tenga que ir usted por la vida como alma en pena, pero ¡un poco de pudor.!. Resulta que últimamente solo se le ve en actos partidarios o en feticholas de este tipo y nada en la calle, o en reuniones de trabajo efectivas, de esas en las que se discuten soluciones y no solo parches para salir del paso. Ya se que no le preocupan mucho las próximas elecciones, las Europeas, porque ya sabe que las tiene perdidas, pero eso no le exime de ponerse de una vez a trabajar, a hablar, a dialogar, a diseñar, a crear oportunidades....Éste país no puede resignarse a ser el número uno en paro de la Unión y el último en salir, cuando se salga, de la dichosa crisis. Pero entre su inoperancia y el alarmismo destructor de la oposición pepera las cosas nos van mal, cada vez peor y no hay nada más demoledor para este país que el desencanto. Así, señor presidente, que menos sonrisas y mas curre. Menos celebraciones y más trabajo, menos escaqueo y mas talante, pero del bueno. Se lo recuerdo, ya van tres millones seiscientos mil parados y aumentando....

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