DE TRAJES Y SOTANAS

Después de una larga pausa, vuelvo a retomar el blog, aunque sea de forma intermitente, porque hay cosas que van pasando que le dejan a uno pasmado y no puede por menos que decir algo. Hablo de la desfachatez de nuestra clase política en el sentido más amplio de la palabra y la clase. Alguien dirá que estoy obsesionado con el PP. Puede que sea cierto. Un día de estos escribiré sobre el melifluo gobierno de Zapatero. Pero es que en el PP brotan de forma incontrolada los caraduras y resulta ya insultante tanta jeta. Me refiero a los recientes escándalos relacionados con los espías en Madrid y las comisiones y corrupciones varias por media España.Si de la impresentable Aguirre ya me he ocupado en otras ocasiones, del que no me quiero olvidar es del estirado señor Camps, que ejerce de presidente de la Comunidad Valenciana. Al hombre parece que le regalaban trajes estupendos a precio cero, y NO TIENE NADA QUE DECIR. Vamos a ver buen hombre, lo de "buen" debería haberlo entrecomillado, a la gente no van regalándole por ahí trajes a tocho y mocho, y además trajes caros. Resulta que tras esos regalos, como es obvio, se esconden intereses y siendo usted quien es debería darse cuenta. Sobre todo cuando es el presidente de una de las comunidades autónomas donde constructores y gentes de la misma ralea, los corruptos digo, campan a sus anchas desde los tiempos del también bientrajeado Zaplana. Puede que haya quien piense que lo de los trajes es una minucia sin importancia. No sé si el asunto acaba ahí o no, si hubo otros regalos o ingresos en paraísos fiscales. Pero lo de recibir trajes por la face resulta impresentable. Que no, señor Camps, que nunca debió aceptar semejantes regalos. Y ya que lo hizo no le queda más remedio que dimitir. Por vergüenza torera. Váyase, señor Camps. Váyase porque está haciendo el ridículo. Tan tieso, tan quieto, tan parado como para ver si pasa en vendaval y dejamos de acordarnos de usted. Va a ser que no. Váyase. Hágase y háganos ese favor, que la clase política ya tiene bastante mala fama para que usted contribuya a embadurnarla más. No sé si tiene usted responsabilidad penal, pero desde luego la tiene política y es más que suficiente.

Y en estas estamos cuando nos topamos con la Iglesia Católica. Vuelve a haber revuelo de sotanas (una vez que se han asegurado el cobro de la correspondiente subvención estatal, por cierto un pastón más que el año pasado), enarbolan uno de sus estandartes favoritos, el de la lucha contra el aborto, y a la calle. Están que se salen los obispos con el anuncio del lince. Su presentación fue todo un soberbio ejercicio de hipocresía. Pero estamos acostumbrados, faltaría más. Además de la consabida manifestación contra el gobierno que tienen convocada para uno de estos días, sus eminencias se han dado cuenta del filón que supone la Semana Santa y se han inventado un brazalete o un lazo blanco para protestar ya por la anuncia reforma de la ley del aborto. Digo yo que si pretenden convertir las procesiones de Semana Santa en una manifestación política deberían pedir el permiso correspondiente a las delegaciones del gobierno. Me parece que no están midiendo bien las consecuencias de su política. La Iglesia Católica hace mucho mucho tiempo que mezcla su papel espiritual con el poder terrenal, para estar siempre en los entresijos del poder. Lo que ocurre que últimamente se comporta como un partido político y, llegados a este punto, sería bueno que concurrieran a las elecciones, que para esos son demócratas de toda la vida. Já. A estas alturas no sé si están en su derecho o no de utilizar las procesiones para sus fines políticos, pero lo que sí está claro es que alejan a mucha gente de la Iglesia. Y, a propósito de las procesiones de Semana Santa, alguien ha pensado en los millones de ciudadanos afectados por esas marchas que estos días cortan el tráfico, atruenan al personal con sus monsergas y dan una imagen deplorable del país?. Porque yo no sé lo que piensa el personal, pero a mí los encapuchados esos me ponen lo pelos de punta.

Salud