TIO PACO, TIENES UN PROBLEMA
Acabo de volver de la delegación de Hacienda, donde me han confirmado que me han dado un palo de campeonato. No por eludir al fisco ni nada parecido, que uno no tiene tantos posibles, sino en la declaración correspondiente. Y es que tuve la mala idea de rescatar el plan de pensiones, justo cuando me apunté al paro, y ahora ha venido Hacienda con la rebaja. En fin que vengo demudado. Y en esto, en la radio del coche escucho que el señor Camps, muy conocido por presidir la Comunitat Valenciana, esta prestando declaración, como IMPUTADO, por el asunto ese de los trajes, bien caros por cierto, que le regaló su amigo del alma el Bigotes. Sólo, seguramente, el hilo de una corrupción mucho mayor, de la que ni su partido, el contradictorio PP, ni él mismo, se avergüenzan. Recordando sus declaraciones de los últimos días uno no puede por menos que asombrarse, por no quitarse el sombrero, más que nada porque no llevo, aunque debería, digo asombrarse ante la desfachatez del personaje. Con esa sonrisa curil, que provoca inmediatamente la desconfianza, porque es de una timidez forzada y una altanería desvergonzada, niega la mayor y está convencidos que somos tontos del culo. El problema del tío Paco, como le ha nombrado la comunidad gitana en uno de los actos de adhesión que tanto le gustan y que tanto prodiga estos días, es que seguramente se lo cree. Seguramente está convencido que lo de los trajes es una tontería, seguramente comparado con otras tropelías que él conoce y el resto de los mortales no. Y por eso no alcanza a entender hasta donde ha metido la pata. Hasta donde se ha pasado y ha arrastrado la confianza inherente a todo cargo público. Vamos que se ha descojonado del personal tan ricamente y piensa seguir haciéndolo. Tio Paco, o Francisco o señor Camps, tiene usted un problema. Y debería mirárselo. No en los rostros de sus comparsas sino por un buen psiquiatra y a poder ser que no sea de la Comunidad Valenciana, que parece que les tiene usted abducidos a todos.
Por eso cuando uno viene de recibir un palo como el de Hacienda, cuando lleva años pagando rigurosamente sus impuestos, se pregunta si merece la pena. Si no habría algún modo de objetar, para protestar porque unos tenemos que ir de memos y otros de listillos. Porque si aplicáramos aquí la investigación que ha destapado las corruptelas en el parlamento británico, con diputados de todos los partidos salpicados de mierda, seguramente encontraríamos que pasa lo mismo, y que nuestros honorables diputados, muchos seguramente, no están límpios y más cuando tienen trapicheos, negocios, asesoramientos varios, y probablemente comisiones de todo tipo, aparte de su jugoso salario y sus dietas.
En fin, como soy tonto, pagaré puntualmente. Por mí que no quede. Pero de verdad, a ver cuando les metemos mano, en serio, a esos corruptos, y dejamos en evidencia a quienes les jalean, aplauden, comprenden o miran para otro lado.
Salud
Etiquetas: Camps, corrupción, parlamento británico., tío Paco
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