PROTAGONISTAS
Aquí están. Sin duda los dos protagonistas internacionales de las últimas 24 horas. Hillary Clinton, como no podía ser de otra manera, acudió a la convención Demócrata de Denver y recibió un baño de multitudes acorde con su talla política. Imposible una despedida mejor para esta aspirante que logró nada menos que el apoyo de 18 millones de votantes y que ha sabido estar hasta el último minuto. Le ha dado, como política de raza que es, su apoyo a Barack Obama, pero mantiene intactas sus expectativas por si las elecciones de Noviembre acaban con el sueño del cambio obamiano. Estados Unidos y el mundo han perdido una gran presidenta. Y esperemos que sea para bien. Seguramente a sus seguidores se les va a atragantar el voto cuando acudan a las urnas a apoyar al candidato demócrata. Tendrán que optar por el mar menor para evitar el triunfo de McCain y la continuidad de los republicanos en la Casa Blanca. Barack Obama ha perdido, en todo caso, la oportunidad de llevar como número dos a una candidata de tanto peso político y ha optado por un ajado y un tanto rijoso Biden, cuyo tupe ya nos pone los pelos de punta a muchos. Hasta siempre Hillary, eras mi candidata. En cualquier caso el futuro presidente de los Usa va a estrenarse con una de esas crísis que se sabe como empiezan y nunca como acaban. Da tufo a gerra fría, con un escenario mucho más complejo. De los polvos kosovares de Bush a los lodos georgianos.
Y es que el otro protagonista es ese aparentemente discrito (o simple marioneta, está por ver) presidente ruso, Dimitri Medvediev. Con un guión sin sorpresas, y previo "clamor popular" vía Duma y Cámara de la Federación, el amigo Dimitri anunciaba solemnemente al mundo que reconocía la independencia de Abjasia y Osetia del Norte, nominalmente territorios georgianos, pero independientes de facto desde principios de los noventa, en aquellos años del desmoronamiento de la URSS. Que esto iba a ocurrir estaba cantado y el presidente georgiano, con su invasión agosteña de Osetia se lo ha puesto en bandeja. En su intervención oficial Medvediev ha dejado claro a todo el mundo que los que la hicieron la pagan, que Kosovo ha abierto una brecha que Moscú va a aprovechar para recomponer fronteras, ahora que el asedio de la Otan llega a sus puertas, y que lo que digan en Occidente se la trae el pairo. De hecho busca otros aliados con intereses más próximo y hoy mismo se reune con el presidente chino Hu Jintao que, liberado de los focos olímpicos, puede volver a defender sus intereses y decirle a Occidente que se meta sus injerencias por donde le quepa.
Crudo se presenta el panorama. Porque ahora la Unión Europea qué va a hacer. ¿Subirse al carro norteamericano y extender la Otan hasta la puerta misma de Rusia?.¿Limitarse a una condena formal y esperar que amaine el chaparrón?. Se acerca el invierno y en Alemania y resto de países centroeuropeos tienen muy clara su dependencia energética de Rusia. Y una cosa es el respeto territorial y otra pasar frio. A los ciudadanos, si hay cortes, bastante le importarán los lloros georgianos. Habría que pasar tantas facturas......
Salud
Y es que el otro protagonista es ese aparentemente discrito (o simple marioneta, está por ver) presidente ruso, Dimitri Medvediev. Con un guión sin sorpresas, y previo "clamor popular" vía Duma y Cámara de la Federación, el amigo Dimitri anunciaba solemnemente al mundo que reconocía la independencia de Abjasia y Osetia del Norte, nominalmente territorios georgianos, pero independientes de facto desde principios de los noventa, en aquellos años del desmoronamiento de la URSS. Que esto iba a ocurrir estaba cantado y el presidente georgiano, con su invasión agosteña de Osetia se lo ha puesto en bandeja. En su intervención oficial Medvediev ha dejado claro a todo el mundo que los que la hicieron la pagan, que Kosovo ha abierto una brecha que Moscú va a aprovechar para recomponer fronteras, ahora que el asedio de la Otan llega a sus puertas, y que lo que digan en Occidente se la trae el pairo. De hecho busca otros aliados con intereses más próximo y hoy mismo se reune con el presidente chino Hu Jintao que, liberado de los focos olímpicos, puede volver a defender sus intereses y decirle a Occidente que se meta sus injerencias por donde le quepa.
Crudo se presenta el panorama. Porque ahora la Unión Europea qué va a hacer. ¿Subirse al carro norteamericano y extender la Otan hasta la puerta misma de Rusia?.¿Limitarse a una condena formal y esperar que amaine el chaparrón?. Se acerca el invierno y en Alemania y resto de países centroeuropeos tienen muy clara su dependencia energética de Rusia. Y una cosa es el respeto territorial y otra pasar frio. A los ciudadanos, si hay cortes, bastante le importarán los lloros georgianos. Habría que pasar tantas facturas......
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Etiquetas: bush, Hillary Clinton, Medvedev, Obama, Rusia
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