CUADERNO DE VACACIONES: POLACOS

Hace tiempo que no escribo nada. Y no porque no hubiera asuntos (porque vamos lo de la crísis que no es según el gobierno, o las presiones del gobierno catalán y medios afines para imponer el modelo de financiación a las comunidades pobres....además de un sinfín más de temas), pero es que la pereza manda y, de cuando en cuando, hay que hacerle caso. Así que obviando el azote de la actualidad he llegado hasta las vacaciones y en esas que he vuelto por Calpe, de donde el año pasado salí trasquilado.
De la foto que adjunto no soy ninguno de los dos ( todo hay que decirlo). Son dos socorristas de Calpe (uno polaco y otro argentino). Este año los polacos han desplazado casi por completo a los argentinos y controlan ya casi todo lo que se refiere al socorrismo en esa playa. Preguntado algún responsable del servicio, que es privado, como en todoa autonomía que se precie y que este bajo mando pepero, me contaron que no hubo ningún candidato español, que los puestos estuvieron en el INEM y que como no había aspirantes al final optaron por los polacos. Algunos ya estuvieron el año pasado y se supone que los que han venido este es porque aprovechan la brecha abierta por los anteriores. En fin, si es como dicen, y los españoles pasamos del asunto, nada que objetar, aunque no acabo yo de ver que estos jóvenes polacos sean los adecuados para supervisar una playa eminentemente familiar(mucho niño, vamos) , de predominio español, y con las consabidas trabas lingüísticas, y más cuando copan todos los puestos. Pero qué se le va a hacer; si los nativos no quieren.....Por lo demás son gente estupenda, muy educada y por lo que averigüé profesores de escuela e instituto en su país. Aqui se sacan unos tres mil euros límpios por temporada, muy por encima de los 300 euros que cobran mensualmente en su país.
Estos son la cara amable de los polacos. Pero hay otros que....En fin, son la comidilla de la playa. Vienen en masa, son mas bien orondos y lucen unos malos modos y falta de educación extraordinadios. ¡Hasta ganan a los aborígenes en eso de llegar a mediodía, con sombrillas, neveras y sillas y plantarse en primera línea por sus cojones....Impertérritos ante las malas caras, ruidosos, impresentables. Supongo que son los nuevos medio ricos polacos, que descubren ahora el poder de un dinero logrado aprisa y corriendo, y que quieren demostrar al mundo que son unos triunfadores. Vamos, una peste. Tal que los rusos, solo que estos son mucho más discretos y , al menos en la playa, lucen otras formas.
Ya sé que en esto estoy cogiendo el rábano por la hojas, pero que coño por una vez hay que dejarse ir, porque de verdad son una cruz.