EL PODERIO DEL BOSS
Bien. Todavía con la resaca del concierto de anoche, y después de echar un vistazo a las crónicas en los digitales, voy a decir lo que, sin duda muchos pensaron, y , vaya usted a saber por qué, nadie se atrave a decir. El sonido fue infame. Para ser justos, diré que fue infame por lo menos en la zona donde yo estaba, un anfiteatro lateral, en principio bien situado, pero al que no llegaba más que un zumbido atronador e ininteligible, sobre todo en la primera mitad del concierto. Yo que el Boss despediría inmediatamente a sus responsables de sonido. Sobre todo porque deberían estudiarse el terreno que
y más cuando es un sitio con tan nula capacidad acústica como es el Bernabeu. Potencia al Boss y a la entrañable gente de la E Street Band no se les puede negar. Potencia y entrega en las tres horas de concierto que tuvo su momento más memorable en los bises, cuando ya, dejadas por imposible a un lado todas las reticencias, uno se deja llevar y se entrega por completo a la cosa del disfrute. Como de los primeros temas no oí más que un zumbido atronador e inidentificable no tengo ni idea de cuales era. Sólo algunos se reconocían en el estribillo o por lo que cantaba la gente, como Summertime Blues. En
todo caso me quedo con las interpretaciones de Cover me y The River, la sugerente Because the night, y la apoteosis final con Born to run, Dancing in the dark, y la fiesta del Twist and Shout (¡cuán gritaban los malditos¡).
Uno sale un poco con resaca, ya está mayor, aunque la media de los asistentes era muy alta, y con una pregunta: ¿por qué se empeñan en mantener conciertos en sitios como el Bernabéu que no tienen las más mínimas condiciones acústicas?. El Calderón le da una y mil vueltas, porque no tiene ese efecto rebote que tanto daño hace en el campo madridista.Pero bueno, es lo que hay y no estuvo mal. Casi me gustaría repetir, pero en otro sitio para disfrutar de toda la fuerza de este Springsteen que parece tener un pacto con el diablo: sólo había que fijarse en como subía y bajaba del escenario. Se le agradece especialmente la proximidad a la gente a la que prodigó todo tipo de cariños y a la que se acercó en muchas ocasiones. La banda impresionante y, frente a lo que decía algún periódico, sí estaba Patti Scialfa, dando el contrapunto.
A ver si en Barcelona tenéis mejor suerte y, por una vez, podéis disfrutar de todo el poderio del Boss y su gente. Si vuelve, repetiré, siempre que no sea en el Bernabéu.
Salud
y más cuando es un sitio con tan nula capacidad acústica como es el Bernabeu. Potencia al Boss y a la entrañable gente de la E Street Band no se les puede negar. Potencia y entrega en las tres horas de concierto que tuvo su momento más memorable en los bises, cuando ya, dejadas por imposible a un lado todas las reticencias, uno se deja llevar y se entrega por completo a la cosa del disfrute. Como de los primeros temas no oí más que un zumbido atronador e inidentificable no tengo ni idea de cuales era. Sólo algunos se reconocían en el estribillo o por lo que cantaba la gente, como Summertime Blues. En
todo caso me quedo con las interpretaciones de Cover me y The River, la sugerente Because the night, y la apoteosis final con Born to run, Dancing in the dark, y la fiesta del Twist and Shout (¡cuán gritaban los malditos¡).
Uno sale un poco con resaca, ya está mayor, aunque la media de los asistentes era muy alta, y con una pregunta: ¿por qué se empeñan en mantener conciertos en sitios como el Bernabéu que no tienen las más mínimas condiciones acústicas?. El Calderón le da una y mil vueltas, porque no tiene ese efecto rebote que tanto daño hace en el campo madridista.Pero bueno, es lo que hay y no estuvo mal. Casi me gustaría repetir, pero en otro sitio para disfrutar de toda la fuerza de este Springsteen que parece tener un pacto con el diablo: sólo había que fijarse en como subía y bajaba del escenario. Se le agradece especialmente la proximidad a la gente a la que prodigó todo tipo de cariños y a la que se acercó en muchas ocasiones. La banda impresionante y, frente a lo que decía algún periódico, sí estaba Patti Scialfa, dando el contrapunto.
A ver si en Barcelona tenéis mejor suerte y, por una vez, podéis disfrutar de todo el poderio del Boss y su gente. Si vuelve, repetiré, siempre que no sea en el Bernabéu.
Salud
Etiquetas: Boss, Bruce, Springteen, Springteen en Madrid
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