DE TRISTEZAS Y MISERIAS
Esta vez toca recomendación. Acabo de terminar esa historia,, que más que una novela es el retrato crudo de una vida (si se puede llamar así) de uno de tantos perdedores que vivió en la España de postguerra, en la España de Franco. Lo terrible es que la historia es cierta, que no es una ocurrencia de Pinilla. Que se lo contó el propio Antonio, porque muchos le aconsejaron que tenía que contar una vida tan perra.
La obra, me resisto a llamarla novela, es una retahila de desgracias. Es el relato de un hombre que sobrevivió por cabezonería, porque lo fácil hubiera sido rendirse. Y siguiendo sus caidas, una tras otra, sin esperanza, vamos siguiendo también la vida desgraciada de aquella España gris, triste, famélica, donde la hambruna marcaba cada día, y donde la prepotencia de los vencedores se medía sobre todo en lo que ponían en sus mesas.
Es esta una obra que debería ser obligatoria en los institutos, para que nuestros niñatos sepan que hubo otro tiempo, no tan lejano, en el que las cosas eran muy diferentes a las de ahora. Y que no fue ciencia ficción, ni la visión interesada de un derrotista, sino la imagen misma de la derrota, la aspiración de supervivencia, la resistencia y la reclamación del derecho a quedarse en una tierra que también era la suya, aunque algunos y las circunstancias se empeñaran cada día en demostrarle lo contrario.
Es bueno de cuando en cuando echar un vistazo atrás, y ver de donde venimos. Y cuando pasemos por paisajes similares a ese pueblo de León, Las Cabreras, muchos reconoceremos todavía ecos de unos años de los que sabíamos por nuestros padres o abuelos o bisabuelos. De pueblos que también estaban en las Castillas, en Asturias, en Extremadura, Aragón, Galicia...en realidad en casi toda España. Fue una época de escasez y espanto, de represión ydesmanes, de injusticias y sobre todo de hambre, mucha hambre. Y al perro flaco todo son pulgas....
Vida tristísima la de Antonio B. el Ruso, pero vida real. Es bueno que se haya reeditado y, de verdad, recomiendo a quien pueda que se acerque y lea despacio este drama tan nuestro.
Salud
La obra, me resisto a llamarla novela, es una retahila de desgracias. Es el relato de un hombre que sobrevivió por cabezonería, porque lo fácil hubiera sido rendirse. Y siguiendo sus caidas, una tras otra, sin esperanza, vamos siguiendo también la vida desgraciada de aquella España gris, triste, famélica, donde la hambruna marcaba cada día, y donde la prepotencia de los vencedores se medía sobre todo en lo que ponían en sus mesas.
Es esta una obra que debería ser obligatoria en los institutos, para que nuestros niñatos sepan que hubo otro tiempo, no tan lejano, en el que las cosas eran muy diferentes a las de ahora. Y que no fue ciencia ficción, ni la visión interesada de un derrotista, sino la imagen misma de la derrota, la aspiración de supervivencia, la resistencia y la reclamación del derecho a quedarse en una tierra que también era la suya, aunque algunos y las circunstancias se empeñaran cada día en demostrarle lo contrario.
Es bueno de cuando en cuando echar un vistazo atrás, y ver de donde venimos. Y cuando pasemos por paisajes similares a ese pueblo de León, Las Cabreras, muchos reconoceremos todavía ecos de unos años de los que sabíamos por nuestros padres o abuelos o bisabuelos. De pueblos que también estaban en las Castillas, en Asturias, en Extremadura, Aragón, Galicia...en realidad en casi toda España. Fue una época de escasez y espanto, de represión ydesmanes, de injusticias y sobre todo de hambre, mucha hambre. Y al perro flaco todo son pulgas....
Vida tristísima la de Antonio B. el Ruso, pero vida real. Es bueno que se haya reeditado y, de verdad, recomiendo a quien pueda que se acerque y lea despacio este drama tan nuestro.
Salud
Etiquetas: ANTONIO B.EL RUSO, FRANQUISMO, PINILLA
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