LA BICHA DESATADA

Llevo tiempo en silencio y no por falta de asuntos. ¡Cómo está el mundo¡. Pero hay uno en particular que me tiene que me llevan los demonios, y no por el asunto en sí, sino por todo lo que mueve. Me refiero a la desaparición de la niña británica Madeleine en el Algarve portugués-

No sé, no me interesa y no voy a entrar en ello. Sirva esto como declaración. Por tanto, si la niña desapareció como aseguran los padres, si fue asesinada como maldicen otros, o si murió accidentalmente, como parece que sostiene la policia portuguesa, no voy a ser yo el que tome parte aquí, ni el que lance nuevas especualaciones o me apunte a una de las miles que circulan por ahí. Lo único cierto es que hay una niña desaparecida. ¿Muerta?. ¿Secuestrada?...No lo sé y me temo que no lo saben los millones de bocazas que durante todas estas semanas están ensuciando el ambiente.

Los McCann, padres de la criatura, han cometido un gravísimo error. Si ellos mataron accidentalmente a su hija o la asesinaron con alevosía, no pudieron elegir peor vía para ocultar su falta o monstruoso delito que lanzarse a una campaña mundial de búsqueda y solidaridad. Si son del todo inocentes, también cometieron un grave error. Ya sé que es difícil confiar en la eficacia policial, porque en asuntos de desapariciones sus resultados son más bien escasos. Pero esa es la única vía para, combinada con la discrección, intentar lograr encontrar a su hija o acostumbrarse, en la tranquilidad, a su pérdida. Pero no...Se lanzaron a una campaña internacional en la que no han dudado en rodearse de un equipo de asesores, visitar al Papa o a Rubalcaba, sumar a su causa a Beckam o Laura Bush, crear una web, propiciar una fundación....En fín, todo un cúmulo de disparates que lo único que han conseguido es despertar a la BICHA.

Al disparate se lanzaron primero la SKY News de Murdoch y varios tabloides británicos, que mezclaron alarma y descalificaciones, a veces racistas, contra Portugal y su policia. La respuesta era obvia, desde los medios portugueses se inicia también una campaña, de fuerte tinte nacionalista, que tirando de supuestas o ciertas sospechas policiales (por cierto, ¿se está respetando el secreto de sumario?) da aire y pábulo a las más disparatadas conjeturas.De aquella primera guerra , los únicos perdedores son los McCann, que han pasado de padres angustiados a cínicos asesinos en pocas semanas. Y todo, porque despertaron a la Bicha.

Porque lo más alucinante de todo este caso no es ya que la Sky o los tabloides de distinta nacionalidad pillaran una presa de amplio espectro, sino que medios escritos mucho más serios, radios privadas y públicas y televisiones espejo de periodistas, como la BBC, entraran al trapo. Si este verano hubiera hecho mucho calor, podríamos achacarlo al mismo. Pero no...La mecánica ha sido mucho más perversa.El hecho de que los primeros se lanzaran y persistieran, de forma machacona, en alimentar todo tipo de argumentos y desvarios, arrastró, por el efecto "está en todos los medios, luego yo también tengo que contarlo" a los más serios. Entraron en una dinámica, primero cauta y justificatoria de por qué lo hacían, y luego ya descontrolada, solo para no quedarse atrás. Todos convencidos de "que hay que tratarlo ,porque es de lo que todo el mundo habla".

Olvidados han quedado principios hasta ahora intocables y venerados como la presunción de inocencia, la veracidad, el contraste de la noticia, la objetividad, la imparcialidad...Eso ya no vale. Están lanzados todos ( incluida nuestra rtve) en una huida hacia adelante, en la que poco importan la proclamación de inocencia de los padres, el apoyo a estos del cura megaestrella de Praia da Luz, las declaraciones oficiales de la policia de que hay secreto de sumario y que mucho de que lo que se cuenta son patrañas...Hay que alimentar a la bicha: vale cualquier rumor, cualquier hipótesis por alucinante que parezca, cualquier gesto o palabra, cualquier silencio. Artículos, columnas, reportajes , editoriales, debates, terturlias...

Asistimos inermes a un emputecimiento del debate público. Se abandona la res pública, la preocupación y el intercambio de ideas, la información sobre los hechos que nos afectan...Llenamos páginas y horas de radio y televisión de pura basura, asistimos a un circo mediático global, en el que todos tenemos que saber, queramos o no, la última sobre los McCann.

A estas alturas no sé si le importa ya a alguien qué fue de la pequeña Madeleine. De momento hay que criminalizar a los padres, montar juicios paralelos, condenarles y ejecutarles en el circo. Y me temo que más de uno no querra que esta deriva sufra un giro, porque entonces habría que olvidarse rapidamente de todo y buscar otra historia con minúscula.

La Bicha anda suelta. Pobre Madeleine. Pobre libertad de información. Pobres McCann, ¿o no?.

Salud