RÉQUIEM POR ZAPATERO
El presidente del gobierno Rodriguez Zapatero ha entrado en estado agónico tras la votación de hoy en el Congreso, en la que por un solo voto se aprobó el Real Decreto contra el déficit, el dichoso tijeretazo. El proceso se antoja ya imparable y su muerte política puede ser cuestión de días. Suena fuerte, pero es lo que hay. No se puede afrontar una crisis generalizada como la actual, con solo un voto de ventaja y amenazas menos que veladas de que no habrá más bombonas de oxígeno. Así que Zapatero, que ha anulado su viaje a Brasil, debe estar ahora sopesando la mejor forma de irse: si mediante dimisión y relevo por otro dirigente socialista, o bien mediante adelanto de las elecciones generales.
Esto último parece improbable, por más que lo acaricie el PP. Así que probablemente asistiremos en las próximas semanas a un difícil relevo en La Moncloa, que habrá de salir de ese confuso maremagnum que es hoy el partido socialista, en el que faltan figuras de relieve. Pero puestos a hacer quinielas, mejor apostar por Rubalcaba que por Pepiño, por Carme Chacón que por Sebastián, por José Antonio Alonso que por la Aído, por Bono que por Manuel Chaves, por Patxi López que por Barreda. Demasiados nombres y poco carisma. Tampoco es descartable un gobierno de coalición con Ciu (no olvidemos que Durán y LLeida es el líder político más valorado), la única derecha presentable de este país y que aparte su armiño nacionalista, de lo poco que hay por estos pagos que tiene sentido de estado y responsabilidad en los momentos difíciles.
Pero no adelantemos acontecimientos. Eso será cuestión de días o semanas.
¿Qué ha hecho mal Zapatero?. Pues muchas cosas, sobre todo en los últimos meses. Y es una pena porque, contra lo que dicen en el PP, su primera legislatura fue brillante. Introdujo avances sociales impensables hace sólo unos años, y no se puede discutir su permanente preocupación por los sectores más débiles de la sociedad, con todo un paquete de medidas de fuerte impacto, aunque hoy las tengamos asumidas como normales.
No sé lo que les pasa a los inquilinos de La Moncloa, pero en cuanto superan un mandato en el dichoso palacio pierden pie, desconectan de la realidad y deben dejarse llevar por los halagos interesados y la deformación de los hechos de los más cercanos. Y es una pena, porque frente a la bronca política permanente de esta peculiar derecha española, Zapatero ofrecía siempre diálogo, tolerancia y talante. Otra cosa es el estilo estalinista que impuso en el partido, para cortar las alas de cualquier disidencia. Pero al escuchar a elementos como Sebastián y otros cantamañanas similares, apartó a la gente que como Solbes sabía como enfrentar una crisis, reconociéndola desde el principio y formulando medidas de achique que no hubieran tenido que pasar por ciertos dispendios que al final solo crearon un deficit monumental que ahora se quiere atajar cargándolo sobre los mas débiles. Un error de bulto que ha echado por tierra no ya su imagen, sino una tarea política brillante, hasta que tropezó.
Pero no hay marcha atrás y, aunque injusto, su trayectoria ha descarrilado. Zapatero es ya historia aunque se resista algún tiempo. ¿Cuánto?.
Salud
Etiquetas: BONO, dimisión, Durán i Lleida, Rodriguez Zapatero, Rubalcaba
1 Comments:
en tiempos de crisis quién sabe
Publicar un comentario
<< Home