DE CONCENTRACIONES Y RECTIFICACIONES

Anda estos días nuestra lideresa favorita, la presidente de la Comunidad de Madrid, condesa Esperanza Aguirre, un poco revuelta. Digo revuelta en el sentido de que saca los pies del tiesto cuando se le pone y abierto contraste o desafio, vaya usted a saber, a la línea oficial de su partido, el PP. Si el otro día en la ejecutiva dijo medio en broma, o así se lo tomaron, que lo que España necesita es un gobierno de concentración, ayer insistió en serio. Dice que si el gobierno socialista quiere un pacto de estado de verdad que lo que hay que hacer es que el PP entre en el gobierno y formar por tanto un ejecutivo de concentración nacional para enfrentarse a la crisis. La señora Aguirre dice que no es tan raro y casos hay y ha habido, como aquella extraña coalición entre cristiano-demócratas y socialdemócratas en Alemania truncada hace no mucho. Y es que a la lideresa le pone verse como Angela Merkel al frente de un gobierno de salvación nacional, que para algo está ella aquí. Una pena que sus planes tropiecen con la cerrazón de la dirección del PP, es decir Rajoy y Cospedad que le han vuelto a recordar que esa es una propuesta suya y solo suya y por tanto no del partido. O sea bonita que no te hacen ni caso. Así que como no te apuntes a la campaña de los obispos contra la nueva ley del aborto, un filón, no veo por donde tendrás salida.

Y es que el PP sigue empeñado en su estrategia de acoso al gobierno exigiéndole una rectificación en todo lo que hace. Lo mismo le vale para un roto que para un descosido. Y algo en ese orbayu, esa reclamación constante, debe ir calando en el ejecutivo. Y sino que se lo digan a la vicepresidenta Elena Salgado que ha tenido que salir a serenar los ánimos de los funcionarios, que ya estaban entrando en ebullición, para asegurarles que sus sueldos no se tocarán y que si hay que ahorrar se hará en otras partidas y no ignorando el pacto salarial firmado el pasado año que les aseguraba algunas subidillas, más bien raquíticas, todo hay que decirlo.

El gobierno por dando da marcha atrás en otro de sus globos sonda y deja con el culo al aire a uno de los suyos, en este caso al secretario de estado de Hacienda, Carlos Ocaña, al que ayer se le llenaba la boca anunciando la revisión del pacto salarial.

En fin, un cachondeo.

Salud