Y EL FÚTBOL LO TAPA TODO

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Y el fútbol lo tapa todo. Tenemos a medio mundo conmocionado por la estrepitosa y apabullante derrota de Brasil, en su propia casa, a manos de Alemania. Tragedia nacional, muchas lágrimas, y algunos disturbios. Sólo 24 horas antes  conmoción también, aunque esta más ceñida al mundo del fútbol, por la muerte de Alfredo Di Stéfano, ese al que siempre se ha señalado como uno de los cuatro más grandes; presidente honorario del Real Madrid y referencia para todo amante del fútbol.

Estos dos hechos han acaparado, en las últimas cuarenta y ocho horas, buena parte de las portadas de los diarios, y horas y horas de debate, comentarios, análisis...y no sólo en los programas deportivos. La mayoría de los informativos las incluían entre los principales titulares, sino el principal.

Y así andamos. Sumidos en la vorágine del fútbol que acapara todo y tapa casi todo lo demás, como ese intento del gobierno de colar vía decreto un enorme número de reformas de gran calado, para evitar su debate y con ello que el personal se entere de sus tejemanejes.

Lo curioso y, a la vez, triste es que con semejante ruido ha pasado desapercibida la desaparición de Eduard Shevardnadze, ex-presidente de Georgia pero sobre todo conocido como el último ministro de Exteriores de la desmembrada Unión Soviética. Y es especialmente lamentable porque fue un coloso de la diplomacia mundial y sus gestiones tuvieron mucho que ver con la desintegración primero del Pacto de Varsovia y con la unificación alemana. Fue también el que más alertó a Gorbachov de que se tramaba un golpe de estado que pretendía una vuelta atrás y que al final fue el detonante que acabó con la existencia misma de la URSS.
Shevardnadze fue un canciller incansable. Negociador hasta la extenuación de los grandes acuerdos de desarme con Estados Unidos. Propagandista de la famosa perestroika de Gorbachov y pieza indispensable en la liberación del yugo soviético de los países del Este de Europa.
Y este personaje que de verdad es histórica ha fallecido sin pena ni gloria. Su muerte ha pasado casi desapercibida. Apenas una mención de las radios, unas líneas en los periódicos...
Algo está fallando en la prensa. Y que no me cuenten aquello de que sólo destacan lo que a la gente le interesa...