LA BURLA
Un año hace desde que Rajoy y sus populares arrasaron en las urnas con aquel lema "Súmate al cambio". Y qué cambio. No el prometido. Faltaría más. Un cambio sobre la marcha, a trompicones, de su programa electoral, el mismo con el que supuestamente encandilaron a la mayoría de los votantes. Seguramente Rajoy y cia sabían desde mucho antes que de lo prometido nada de nada. Porque la realidad, esa con la que machacaron a Zapatero y su gobierno, era más tozuda de lo esperado. Y resulta que venían mal dadas para quien quiera que fuera a gobernar. A base de frases bonitas, de promesas de "levantar a España", de sacarnos de ese agujero negro de la crisis, llegó Rajoy a la Moncloa. ¡En qué maldita hora!. De lo dicho y prometido, nada de nada. La crisis, de la que culparon y culpan a ZP, les dio la excusa perfecta para hacer todo lo contrario a lo que prometieron en su programa electoral. Destaparon su lado oscuro y, como perfectos conversos, se lanzaron por la senda neoliberal convirtiéndose en alumnos aventajados y sumisos de la política suicida de Merkel.
Y, frente a la prometido, subieron impuestos, incluso el famoso IVA, recortaron los salarios de los funcionarios, reformaron las leyes laborales en un retroceso de décadas, metieron mano en la caja de la Seguridad Social, rebajaron por vías sibilinas las pensiones, han dado estocadas cuasi mortales a los sistemas públicos de sanidad y educación, recortaron las prestaciones para los parados, finiquitaron la ley de Dependencia, enterraron la ley de Memoria Histórica, instalaron como norma el aquí mando yo porque no hay otro camino y todo el mundo a callar.
Se han instalado en la prepotencia y la soberbia, se han aislado de la calle, se muestran sordos y mudos ante la indignación general, legislan con una ligereza que bien podía tomarse por burla. Y como muestra el reciente decreto sobre desahucios, que apenas alivia, y solo durante dos años, el drama de unas pocas familias, mientras decenas de miles se ven despojadas de sus casas por una banca usurera y criminal como pocas.
Ha pasado un año. Hay casi seis millones de parados. La red de cohesión social sobre la que se había trabajado con tanto esfuerzo en las última décadas está destrozada. El país está al borde del desmembramiento. La sociedad está amordazada ante los efectos de una crisis cuyo origen no acaba de entender y ante el pánico que genera la incertidumbre sobre su futuro laboral. Millones de jóvenes, la mayoría muy preparados, están paralizados y resignados ante la falta de oportunidades.Todas las medidas solo parecen diseñadas para salvar los muebles de empresarios y banqueros. La gente se ve cada día más acosada por la inseguridad ante lo que pueda ocurrir, ante las medidas que un día tras otro van recortando su poder adquisitivo, ante el abandono de los más débiles. Nadie está a salvo con este gobierno. Y encima todas las semanas hay que escuchar a la señora Cospedal con sus loas al buenhacer de Rajoy.
Estamos inermes ante un gobierno y un partido que parece un mero instrumento del poder de los de siempre. Estamos abandonados ante un gobierno y un partido que no tienen oposición, con un Psoe en desbandada que no acaba de caerse del caballo para volver a levantarse. Estamos agotados de salir a la calle a protestar contra un gobierno y un partido que prometieron hacer lo contrario de lo que están haciendo. Estamos atónitos ante nuestra incapacidad para pedir responsabilidades, para exigir a estos mentirosos que se vayan, para acabar con esta burla que padecemos desde hace ya un año.
Porque es eso, una inmensa burla a sus principios y una inmensa burla a todos nosotros, a los ciudadanos.
Salud
Y, frente a la prometido, subieron impuestos, incluso el famoso IVA, recortaron los salarios de los funcionarios, reformaron las leyes laborales en un retroceso de décadas, metieron mano en la caja de la Seguridad Social, rebajaron por vías sibilinas las pensiones, han dado estocadas cuasi mortales a los sistemas públicos de sanidad y educación, recortaron las prestaciones para los parados, finiquitaron la ley de Dependencia, enterraron la ley de Memoria Histórica, instalaron como norma el aquí mando yo porque no hay otro camino y todo el mundo a callar.
Se han instalado en la prepotencia y la soberbia, se han aislado de la calle, se muestran sordos y mudos ante la indignación general, legislan con una ligereza que bien podía tomarse por burla. Y como muestra el reciente decreto sobre desahucios, que apenas alivia, y solo durante dos años, el drama de unas pocas familias, mientras decenas de miles se ven despojadas de sus casas por una banca usurera y criminal como pocas.
Ha pasado un año. Hay casi seis millones de parados. La red de cohesión social sobre la que se había trabajado con tanto esfuerzo en las última décadas está destrozada. El país está al borde del desmembramiento. La sociedad está amordazada ante los efectos de una crisis cuyo origen no acaba de entender y ante el pánico que genera la incertidumbre sobre su futuro laboral. Millones de jóvenes, la mayoría muy preparados, están paralizados y resignados ante la falta de oportunidades.Todas las medidas solo parecen diseñadas para salvar los muebles de empresarios y banqueros. La gente se ve cada día más acosada por la inseguridad ante lo que pueda ocurrir, ante las medidas que un día tras otro van recortando su poder adquisitivo, ante el abandono de los más débiles. Nadie está a salvo con este gobierno. Y encima todas las semanas hay que escuchar a la señora Cospedal con sus loas al buenhacer de Rajoy.
Estamos inermes ante un gobierno y un partido que parece un mero instrumento del poder de los de siempre. Estamos abandonados ante un gobierno y un partido que no tienen oposición, con un Psoe en desbandada que no acaba de caerse del caballo para volver a levantarse. Estamos agotados de salir a la calle a protestar contra un gobierno y un partido que prometieron hacer lo contrario de lo que están haciendo. Estamos atónitos ante nuestra incapacidad para pedir responsabilidades, para exigir a estos mentirosos que se vayan, para acabar con esta burla que padecemos desde hace ya un año.
Porque es eso, una inmensa burla a sus principios y una inmensa burla a todos nosotros, a los ciudadanos.
Salud
Etiquetas: aniversario victoria electoral, Cospedal, crisis, PP, PSOE, Rajoy
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home