La condesa de hojalata
¡Ay qué dolor! tener que hablar de esta señora. Pero, como es una gruñona incombustible, no queda más remedio. Y es que la Aguirre, doña Esperanza, da mucho juego y es, a día de hoy, el ariete más importante de ese PP enzarzado en jugar con las palabras, dedicado a convencernos de que los recortes son reformas y sus chapuzas financieras transparencia. Pero ahí está Esperanza, sacando pecho, poniendo de caldo perejil a quien no comulgue con su "ideario liberal", poniendo en aprietos a los meapilas de Génova, saltándose cuando le da la gana la disciplina ideada por los populares. Es una nota discordante, pero de una enorme utilidad para el PP.
Y es que tiene el sentido de la oportunidad. Mientras su jefe, Rajoy, intentaba en Chicago, a la desesperada, que los líderes del mundo mundial nos echen un cable para ver como salimos de esta, y mientras las calles de media España acogían el clamor de miles de personas contra el desmantelamiento de la sanidad pública, ahí estaba ella dando el do de pecho. ¿Y cómo?. Pues sacando de lo mas hondo su discurso patriotero, arremetiendo, de antemano no vaya a ser que se le pasara, contra los miles de aficionados que tienen previsto asistir a la final de la Copa del Rey, y a quien ya ha colgado el sanbenito de antiespañoles, separatistas y, por tanto, delincuentes, a los que querría desalojar del estadio como se escuche un solo pitido, aunque a ella le gustaría encerrarlos a todos. Su propuesta de suspender el partido si se pita el himno sería una broma si no añadiera aquello de ya veríamos como así aprenden y no vuelve a ocurrir.
Así es, doña Esperanza, nada como el palo para que aprendan. Aunque eso deje hecha unos zorros su aireada ideología liberal y parezca usted más la portavoz de la caverna mas ultra del país. Pero ya se sabe que su liberalismo es de quita y pon, que a usted lo que le gusta es solo la parte que le permite machacar lo público y promocionar los privado, sobre todo si favorece a sus amigotes. ¿Acaso no es usted pionera en recortar la educación pública, entregar la sanidad a fondos especulativos extranjeros, saltarse las leyes medioambientales para construir donde le da la gana...?.
Aveces molesta usted a los estrategas de su partido, con sus salidas de tono, pero la de la Copa es un tantazo, casi se habló más de su disparate que de los huelguistas y eso se lo tienen que agradecer. El PP no puede renunciar a esta joya bravucona, pelín macarra, con ese punto de chulería que se atribuye al madrileñismo mas rancio. Claro que arruina usted esa vocación de convertirse en dama de hierro, como la Thatcher, y se queda en una mera condesa de hojalata, y, el título, por herencia que sino........
Y es que tiene el sentido de la oportunidad. Mientras su jefe, Rajoy, intentaba en Chicago, a la desesperada, que los líderes del mundo mundial nos echen un cable para ver como salimos de esta, y mientras las calles de media España acogían el clamor de miles de personas contra el desmantelamiento de la sanidad pública, ahí estaba ella dando el do de pecho. ¿Y cómo?. Pues sacando de lo mas hondo su discurso patriotero, arremetiendo, de antemano no vaya a ser que se le pasara, contra los miles de aficionados que tienen previsto asistir a la final de la Copa del Rey, y a quien ya ha colgado el sanbenito de antiespañoles, separatistas y, por tanto, delincuentes, a los que querría desalojar del estadio como se escuche un solo pitido, aunque a ella le gustaría encerrarlos a todos. Su propuesta de suspender el partido si se pita el himno sería una broma si no añadiera aquello de ya veríamos como así aprenden y no vuelve a ocurrir.
Así es, doña Esperanza, nada como el palo para que aprendan. Aunque eso deje hecha unos zorros su aireada ideología liberal y parezca usted más la portavoz de la caverna mas ultra del país. Pero ya se sabe que su liberalismo es de quita y pon, que a usted lo que le gusta es solo la parte que le permite machacar lo público y promocionar los privado, sobre todo si favorece a sus amigotes. ¿Acaso no es usted pionera en recortar la educación pública, entregar la sanidad a fondos especulativos extranjeros, saltarse las leyes medioambientales para construir donde le da la gana...?.
Aveces molesta usted a los estrategas de su partido, con sus salidas de tono, pero la de la Copa es un tantazo, casi se habló más de su disparate que de los huelguistas y eso se lo tienen que agradecer. El PP no puede renunciar a esta joya bravucona, pelín macarra, con ese punto de chulería que se atribuye al madrileñismo mas rancio. Claro que arruina usted esa vocación de convertirse en dama de hierro, como la Thatcher, y se queda en una mera condesa de hojalata, y, el título, por herencia que sino........
Etiquetas: COPA DEL REY, ESPERANZA AGUIRRE, HUELGA ENSEÑANZA, PP, Rajoy
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