C-O-S-P-E-D-A-L SEGÚN COSPEDAL

Uno no quiere, pero se lo ponen a huevo. Ayer tuve la desgracia, o gracia, de ver los Desayunos en la 1, con la dichosa entrevista a María Dolores de Cospedal, número dos del PP y baluarte de las Españas de bien. Más allá de los consabidos ataques al gobierno y Psoe, propios de esta etapa preelectoral, lo que me llamó la atención fue su vehemencia a la hora de atacar a rtve, y en concreto a sus informativos. Molesta, y mucho, por la defensa que la presentadora, Ana Pastor, hacía de los informativos de la casa, se envolvió en la verdad absoluta que pregonan sus más de diez millones de votantes para sostener que su opinión, o más bien denuncia, era la buena, la verdadera y que la susodicha presentadora no podía opinar más que a nivel personal.

La arremetida del PP contra rtve forma parte de esa campaña de bombardeo masivo e indiscriminado contra todo lo que se mueva y no esté acorde con su línea de pensamiento. Vale todo y ahora le toca a la radiotelevisión pública que tendrá muchos males pero precisamente el que le achaca Cospedal no, y menos si lo comparamos con etapas anteriores. El problema está en que el PP, como demuestra en las teles públicas de Valencia o Madrid, entiende que solo es buena información si se siguen sus directrices y por eso echa de menos al frente de la información de la tele estatal a un converso e iluminado como Urdaci. Alguien que les siga el cuento y las conspiraciones que diseña El Mundo de Pedroj y propaga la calle Génova. Les encantaría que rtve divulgara a todas horas la negociación gobierno-Eta que denuncia Mayor Oreja, o las oscuras autorías del 11-M, o el caso Faisán que tan bien les viene para atizarle a Rubalcaba, o los ERE andaluces con los que quieren acabar con Chaves sin importarles que algún que otro de sus diputados esté mezclado en el asunto.

¡Ay! que mal llevan lo del Gürtel. Pero más allá de la propaganda a mi me preocupa la salud de Cospedal. Está siempre tan agarrotada, que habría que crear una plataforma, llámese SALVEMOS A COSPEDAD, para evitarle sufrir en un futuro próximo de cervicales. Además se le está quedando una cara de estatua, de tanto aguantar el tipo sin descojonarse que va a acabar como su paisana Sara Montiel. Debería recordar Maria Dolores que las mentiras pasan factura y son pecado como le diría su guía espiritural o confesor y que aunque la Iglesia perdone las "mentirijillas" que sirven a la causa del Altísimo, los votantes no tienen esa obligación.

Maria Dolores, de corazón, todavía estas a tiempo...