OTOÑO 08
.
Bonito, ¿que no?. Son fotos tomadas hace unos días en Muniellos, Asturias. Una reserva de la biosfera muy bien conservada, y que dure. Entre otras cosas porque tiene limitada la entrada a veinte personas por día. Pero es fascinante y da una enorme serenidad. Así que he decidido traerme un poquito de esa calma, porque con los tiempos que corren bien que la necesitamos todos. Y es que en este Otoño, una estación siempre espectacular, aunque algunos quieren etiquetarla de depresiva, no ganamos para sobresaltos. Además de la ansiedad hasta que se confirmó la victoria de Obama, arrastramos desde hace meses, y últimamente con más sustos, la crísis financiera dichosas que todo lo contamina y está ya dejando sentir sus efectos en todas partes. No sólo trae inquietud, sino paro y ruina para mucha gente, y, sobre todo, miedo. Miedo porque las respuestas y seguridades que nos dan se desmoronan una tras otra y a estas alturas ya nadie está seguro de nada y la confianza se acerca peligrosamente al cero. Hace unos minutos leía el nujevo batacazo en las bolsas y más problemas en los bancos a pesar del pastón que les han inyectado. No sé que saldrá de la reunión de Washington del próximo fin de semana, pero como no den pasos espectaculares me parece que el chiringuito se derrumba y nadie sabe hasta donde llegarán las consecuencias.
Lo que está claro es que estamos en una de esas épocas de cambios profundos y traumáticos que se suceden a lo largo de la Historia, aunque está por ver si la humanidad, que tan escarmentada está, tiene los recursos para que afecte lo menos posible y salir airosa de cara a la nueva era. Puede sonar grandilocuente pero lo que parece cada vez más claro es que las cosas ya no van a ser como hasta ahora y habrá que ver si lo que se avecina será, a medio plazo, satisfactorio y para bien, o nos va a sumir en una de esas etapas oscuras a las que en los libros de historia apenas se les dedica unas líneas.
En fin, mientras los grandes del mundo preparan sus discursitos para Washington y esperemos que quien sea les ilumine, vamos a relajarnos un poco. Y espero que estas fotos ayuden. Y es que a veces en las pequeñas cosas está el remedio.
Salud
Bonito, ¿que no?. Son fotos tomadas hace unos días en Muniellos, Asturias. Una reserva de la biosfera muy bien conservada, y que dure. Entre otras cosas porque tiene limitada la entrada a veinte personas por día. Pero es fascinante y da una enorme serenidad. Así que he decidido traerme un poquito de esa calma, porque con los tiempos que corren bien que la necesitamos todos. Y es que en este Otoño, una estación siempre espectacular, aunque algunos quieren etiquetarla de depresiva, no ganamos para sobresaltos. Además de la ansiedad hasta que se confirmó la victoria de Obama, arrastramos desde hace meses, y últimamente con más sustos, la crísis financiera dichosas que todo lo contamina y está ya dejando sentir sus efectos en todas partes. No sólo trae inquietud, sino paro y ruina para mucha gente, y, sobre todo, miedo. Miedo porque las respuestas y seguridades que nos dan se desmoronan una tras otra y a estas alturas ya nadie está seguro de nada y la confianza se acerca peligrosamente al cero. Hace unos minutos leía el nujevo batacazo en las bolsas y más problemas en los bancos a pesar del pastón que les han inyectado. No sé que saldrá de la reunión de Washington del próximo fin de semana, pero como no den pasos espectaculares me parece que el chiringuito se derrumba y nadie sabe hasta donde llegarán las consecuencias.
Lo que está claro es que estamos en una de esas épocas de cambios profundos y traumáticos que se suceden a lo largo de la Historia, aunque está por ver si la humanidad, que tan escarmentada está, tiene los recursos para que afecte lo menos posible y salir airosa de cara a la nueva era. Puede sonar grandilocuente pero lo que parece cada vez más claro es que las cosas ya no van a ser como hasta ahora y habrá que ver si lo que se avecina será, a medio plazo, satisfactorio y para bien, o nos va a sumir en una de esas etapas oscuras a las que en los libros de historia apenas se les dedica unas líneas.
En fin, mientras los grandes del mundo preparan sus discursitos para Washington y esperemos que quien sea les ilumine, vamos a relajarnos un poco. Y espero que estas fotos ayuden. Y es que a veces en las pequeñas cosas está el remedio.
Salud
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home