SEPTIEMBRE, NUEVO CURSO

Como todos los veranos, uno suele hacer planes de cara al nuevo curso que arranca (no se a que viene eso de mantener semejante calendario a estas altuas de la vida, pero en fín para qué cambiar) y entre los de este es dedicarse a quitarse un poco la caspa de encima, que se va acumulando con esta vida tontaina que tenemos. Así que tiro de agencia de ocio y en dos días me he visto dos historias que me han dejado encantado. Domingo 28, ópera. Quise probar la experiencia de la transmisión en directo deUn ballo in maschera, que se representaba en el Teatro Real de Madrid y se podía ver, en definición digital, en casi un centenar de cines de España y algunos países europeos. La calidad de la obra es incuestionable, la ejecución, dirigida por López Cobos impecable y las actuaciones sobresalientes, especialmente la de Violeta Urmana como Amelia. Una auténtica gozada, con una transmisión límpia y un sonido impecable. De esa gran obra verdiana que habla de fidelidades, pasiones y traiciones, no me voy a ocupar. Sólo de la iniciativa en sí: la idea es buenísima en cuanto puede acercar a mucha gente un espectáculo caro y difícil acceso, sobre todo por el cope de entradas que hay en el Real. La sala, en los cines de Heron City, en Las Rozas, estaba muy bien, aunque todo hay que decirlo se les va la mano con los precios: 14 euros. Pelín caro si se quiere que el personal acuda en masa. Hubo más entrada de lo que esperaba, así que puede que como la cosa es rentable la mantengan indefinidamente. Amantes o no de la ópera es una buena excusa para acercarse al género. Sé que la próxima será a mediados de Octubre, con una transmisión de La Sonnambula de Bellíni desde Cagliari.
Y ya en pleno trance cultural, este lunes me he acercado a ese espacio innovador y lleno de posibilidades que es el Matadero de Madrid ( alcalde, suelta la pasta que queda mucho por hacer, para ver la exposición Tesoros Sumergidos de Egipto, una muestra magnífica de lo recuperado en las aguas próximas a Alejandría. Es espectacular y está presentada de una forma muy sugerente. Lástima que las víctimas de la Logse hayan llegado ya a trabajar en el montaje, y así nos encontramos con alguna falta de ortografía en los textos proyectados sobre las paredes: como uno en el que escriben "haya" por halla. Castizo sí queda, pero ignorante y deplorable en una cita cultural así, también. Tampoco se quedan mancos estos a la hora de cobrar, once euros la entrada, en una exposición multitudinaria, en asistencia, y además con patrocinios por doquier.

En fín, es lo que tiene estos de cierta cultura, que hay quien le saca beneficio a expuertas. Pero es lo que hay.

Salud