¿DIMITE RAJOY?

Anoche, eso que llaman los mentideros políticos madrileños estaban que echaban humo apuntando una inminente dimisión de Mariano Rajoy como lider del PP. Su paso por Cataluña, para vender lo de las firmas contra el estatut, parece que hizo chirriar más de uno de sus circuítos y se confesó, a un grupo de íntimos, harto, desilusionado e incapaz para dar un giro a estas alturas del partido.Y es que, al parecer, don Mariano tuvo que aguantar un auténtico chaparrón de reproches de los empresarios catalanes, muchos de los cuales son conocidos surtidores de pasta en abundancia para las arcas del PP, que no entienden su estrategia hacia Cataluña, que además está perjudicando a sus bolsillos.

Dicen allegados a Mariano que el hombre está que explota, porque sus amigos a la fuerza Acebes y Zaplana, junto a elementos como Astarloa, le han lanzado en una pendiente, aplaudida por una parte del electorado, pero que no lleva a ninguna parte más que a un ejercicio masoquista que tendrá serias consecuencias para el partido.

Y es que el estatut, a pesar de todas las firmas que pueda recoger, parece ya imparable y aunque llegara al poder tendría que tragárselo con patatas. Y haber luego cómo explica su cambio de opinión. Pero además los presidentes de las comunidades gobernadas por el PP ya le han dicho clarito que ellos también quieren la parte del pastel económico conseguido por los catalanes, y que una cosa son las barricadas patrióticas y otra la pasta.

Pero a Rajoy no se le desmanda la situación sólo por el estatut. Los rumores sobre una inminente tregua definitiva de Eta, de confirmarse, arruinarían su enconada campaña contra la política antiterrorista del gobierno y no tendría más remedio que subirse al carro sobre la marcha para reclamar que también el PP tuvo algo que ver en la consecución de la paz.

Dicen que Rajoy está harto. Que no se ve apoyado, sino que pierde la mitad de las energías en controlar a los enemigos internos. Que mientras trata de sujetar a Acebes y Zaplana, a costa de que estos le arrastren a la deriva, no puede quitar el ojo a Aguirre y Gallardón. Que el nuevo dirigente gallego del PP tiene ambiciones estatales, y que así las cosas lo mejor sería tirar la toalla, antes de que le arrastre la avalancha.

Se dice que está ya buscando la fórmula y que duda si aguantar hasta la próxima Convención para soltar la bomba de su dimisión o hacerla pública ya mismo y retirarse a toda prisa del escenario.

Los mentideros son mentideros, pero ya se sabe que , cuando el rio suena, .....

Salud