INVIERNO

Cae la noche. Y no es que me ponga poético es, simplemente, que está cayendo la noche de este sábado vestido de invierno. Aqui la nieve no ha hecho más asomarse tímidamente y siento un poco de envidia, lo reconozco, de esas tierras del norte, donde hacaido, y bien.´Quizá sea la esperanza frustrada de que el blanco de la nieve y el viento ártico limpien un poco la enrarecida atmósfera que padecemos. Esperanza vana si uno se asoma a los telediarios del mediodía y ve la misma bronca, con argumentos parecidos o la portada de El País, donde aseguran que los obispos piden más y más.
No me voy a meter con ellos, los obispos y políticos, esta tarde al menos, porque quiero disfrutar de esta primera ola invernal. Y es que nos estamos olvidando casi de las estaciones. Nos quejamos por el calor, por el frio, por la lluvia, por el viento.Nos quejamos de todo y por todo....Pero la belleza de la vida, de nuestra vida, pasa por aprovechar no solo los contrastes de nuestro estado de ánimo, sino también del ánimo de los que nos rodean, y, por supuesto, del clima.

Me he dado un paseo este mediodía. El viento helado de la sierra lograba atravesar con facilidad la bufanda, pero el sol lo hacía soportable. La sierra aparecía por momentos, brillando cubierta de nieve, y sentí un estremecimiento ante tanta belleza, o a lo mejor ante tanto frio. Pero fue un momento bonito.

Llegar luego a casa, degustar un buen vino, poner una buena película y dedicar un ratito a esto de la bitácora, mientras escucho una curiosa emisora de Liverpool, es todo cuanto puedo pedir para estas horas de sábado. La noche, ya veremos que nos depara.

La noche se ha cerrado ya. Apenas adivino las pocas hojas que conserva el cerezo chino, iluminadas por la farola. En la calle ni dios. Habrá que ponerse la botas y prepararse para salir.-

Abrigaos y salud.