Acabo de leer que Google, este gigante que tan generosamente nos abre la posibilidad de comunicar al mundo lo que pensamos, y también bucear en ese océano infinito en el que se convierte cada día más la red, ha decidido autocensurarse en China. Días atrás leía otra información, no sé si interesada, que decía que Google guardaba todas las búsquedas que realizamos y que estaba en batalla con la Casa Blanca que requería acceso a esos archivos.
No debería sorprendernos, y sin embargo me sorprende. En el caso chino, quizá porque el pastel es inmensamente goloso, no dudan en someterse a los caprichos del régimen, recortando aún más, si cabe, las condiciones que la misma Google ya nos pone a la hora de editar estos blogs.Es decir, el resto de los mortales tenemos más o menos una libertad de expresión consentida, pero una cuarta parte de la humanidad o casi, los chinos, no la tiene porque corre el riesgo de que le den el cerrojazo. La red, aunque tenga su centro en los Usa, y sea indudablemente objeto de todo tipo de rastreos y espionajes, y no precisamente o sólo de hackers y delincuentes ciber,viene sobreviviendo con el marchamo de que es el primer gran foro mundial para que todos podamos expresar, con cierta libertad, lo que queramos. Y ahora resulta que Google y, sin duda, otros similares se avienen a censurar en lugar de ser puro mensajero.
Bad news. Y peores si la dichosa Casa Blanca se sale con la suya y mediante la ayuda de algúnn alto juez, en línea neocon, consigue acceso a los archivos. Estamos jodidos. Porque son muy capaces de ficharnos uno a uno. Rastrear nuestras búsquedas. Elaborarnos un perfíl. Y costear toda esta operación mediante la venta a empresas de los datos de millones de ciudadanos de todo el mundo.
La vigilancia del mundo orwelliano se extiende sin duda cada día más, pero que nos toquen hasta ese punto la red empieza a ser muy peligroso. Nunca me han gustado las conspiraciones, y no creo ni siquiera que sean tan listos como a veces nos cuentan en películas que son, pero lo cierto es que cada vez tenemos más motivos para preocuparnos ante la forma evidente que va tomando ese Gran Hermano que todo lo quiere o pretende controlar.
No sé cómo se les puede echar una mano a los internautas chinos, ni sé cómo podríamos defendernos de los continuos intentos de espiarnos. Pero algo habría que hacer. Y sino seguir diciendo lo que queremos , porque puede que la libertad de expresión se defienda mejor ejerciéndola cada día.
Salud
No debería sorprendernos, y sin embargo me sorprende. En el caso chino, quizá porque el pastel es inmensamente goloso, no dudan en someterse a los caprichos del régimen, recortando aún más, si cabe, las condiciones que la misma Google ya nos pone a la hora de editar estos blogs.Es decir, el resto de los mortales tenemos más o menos una libertad de expresión consentida, pero una cuarta parte de la humanidad o casi, los chinos, no la tiene porque corre el riesgo de que le den el cerrojazo. La red, aunque tenga su centro en los Usa, y sea indudablemente objeto de todo tipo de rastreos y espionajes, y no precisamente o sólo de hackers y delincuentes ciber,viene sobreviviendo con el marchamo de que es el primer gran foro mundial para que todos podamos expresar, con cierta libertad, lo que queramos. Y ahora resulta que Google y, sin duda, otros similares se avienen a censurar en lugar de ser puro mensajero.
Bad news. Y peores si la dichosa Casa Blanca se sale con la suya y mediante la ayuda de algúnn alto juez, en línea neocon, consigue acceso a los archivos. Estamos jodidos. Porque son muy capaces de ficharnos uno a uno. Rastrear nuestras búsquedas. Elaborarnos un perfíl. Y costear toda esta operación mediante la venta a empresas de los datos de millones de ciudadanos de todo el mundo.
La vigilancia del mundo orwelliano se extiende sin duda cada día más, pero que nos toquen hasta ese punto la red empieza a ser muy peligroso. Nunca me han gustado las conspiraciones, y no creo ni siquiera que sean tan listos como a veces nos cuentan en películas que son, pero lo cierto es que cada vez tenemos más motivos para preocuparnos ante la forma evidente que va tomando ese Gran Hermano que todo lo quiere o pretende controlar.
No sé cómo se les puede echar una mano a los internautas chinos, ni sé cómo podríamos defendernos de los continuos intentos de espiarnos. Pero algo habría que hacer. Y sino seguir diciendo lo que queremos , porque puede que la libertad de expresión se defienda mejor ejerciéndola cada día.
Salud
1 Comments:
Tienes razon, deberiamos dar mucho cuidado. En Panama. Tenemos una Dictadura Ciclica Oligarquica, que esta amparada bajo el visto bueno del gran Hermano. Y eso tampoco me gusta
Publicar un comentario
<< Home