UNA HUELGA SIN RESACA
Felizmente he vuelto a retomar el blog, tras un largo paréntesis debido a causas varias y personales, y qué mejor que hacerlo el día post-huelga general 29-S. Me he negado a echarle hoy un vistazo a la prensa, tan entregada ella a intereses más bien bastardos, apenas he escuchado la radio y, menos, visto tv. Lo poco que me ha llegado, ha servido para confirmar reacciones y titulares ya esperados. Y, a pesar de todo, y no porque lo digan los líderes sindicales. creo que esta huelga fue todo un éxito. Sobre todo porque corren tiempos muy difíciles, hay mucho miedo, hay mucho paro, hay mucho cabroempresario crecido, hay mucho tonto útil al servicio del gobierno o de la derecha mas o menos rancia (si es que no es toda rancia), hay un ruido mediático ultra inaguantable y hay mucho pesimismo. E, insisto, a pesar de todo, creo que la huelga fue todo un éxito. Con esos metros en Madrid, briosos ellos, pero con muy poca gente, esas tiendas prácticamente vacias, esa flojedad en el tráfico, esa medioafluencia a los colegios, esas consultas médicas a medio gas. Se cumplieron los mínimos y los máximos, pero mucha, pero que mucha gente fue a la huelga.
Aunque la inmensa mayoría estamos convencidos de que no habrá marcha atrás en la reforma laboral. Que a pesar de lo que digan Toxo y Méndez, el gobierno no rectificará y, a medio plazo, daremos por aceptable una reforma que es, con todo lo que supone, muy tibia al lado de la que traerán el futuro gobierno de Rajoy y cía, el que patrocina ese par entre pares que es el presidente de la patronal, el que bendicen los bancos y los mandamases europeos.
Pero había que salir a la calle, había que parar, había que recordar a todos esos que, aunque controlen la información y el poder, la gente sabe de que va, que no nos engañan, que nos están vendiendo un tratamiento intragable, que quieren hacer pasar por enfermo al que está sano y solo le dan palmaditas a los verdaderos responsables de tanta catástrofe, los enfermos reales: ese sistema financiero putrefacto, sus cómplices y los que sufragan, con nuestro dinero y penurias, sus aventuras saqueadoras.
Fue estupendo caminar ayer por las calles de Madrid, como por otras muchas ciudades españolas, junto a la gente de verdad, la que sabe ser solidaria, la que no pierde la sonrisa a pesar de ser engañada por ese mago del “no os defraudaré” que ahora habita en la Moncloa, la que tiene claro que otra forma de hacer las cosas es posible, la que no acepta este retroceso a trompicones hacia tiempos que creíamos superados. Fue un placer desfilar junto a los cientos de miles de personas que, con su presencia en la calle plantan cara a tanto desmán, defienden su presente y su futuro y el de sus hijos, no se dejan engatusar por princesas del pueblo inventadas por la tele de Berlusconi, ni por ese nuevo partido de los trabajadores que habita en la calle Génova, si ese, el de la gaviota.
Muchos sabemos que detrás de esta convocatoria por los dos sindicatos mayoritarios también hay intereses soterrados. Pero el pragmatismo manda. Necesitamos interlocutores del gobierno y los partidos que frenen en lo posible el desmantelamiento del estado del bienestar y que, aunque no estén lo que se dice muy lúcidos, sean capaces de debatir hasta la extenuación para evitar que el siguiente atropello en la lista, las pensiones y la edad de jubilación, salga adelante. Los líderes sindicales, tan brutalmente atacas en las últimas semanas, tienen ahora un capital muy importante, un soplo incontenible, para frenar a ese gobierno entregado y a esa derecha desmandada. Esperemos que lo aprovechen, porque nos negamos a rendirnos.
Etiquetas: HUELGA 29-S, JUBILACIÓN, REFORMA LABORAL
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