Uno no es, para nada, de esos que se apuntan a las constantes campañas del PP y el famoso "Váyase....(Y aquí el nombre que corresponda)" que tanto éxito tuvo contra Felipe González y hace aguas contra Zapatero. Pero hay cosas que claman al cielo, y una de ellas es la permanencia en el gobierno de Miguel Sebastián, excandidato fallido a la alcaldía de Madrid, se supone que muy amiguito de ZP y nefasto ministro de Industria. Al "buen" señor le dio un ataque modernizador en su día que se ha revelado toda una catástrofe para los consumidores, aunque sus otros amiguitos, los de las eléctricas deben estar buscándolo algún lugar confortable para cuando se retire. Digo esto por la dichosa facturación del recibo de la luz mensualmente. Nos la han colado pero bien. Las eléctricas han hecho uso y abuso de una norma que teóricamente iba a disfrazar las subidas colosales de la energía eléctrica y que al final se ha convertido en una forma pícara de jugar con el dinero de los ciudadanos.
Me explico y con caso práctico. Como ya se sabe las eléctricas facturaban antes cada dos meses. Con el cambio de la norma, y al tener que hacerlo mensualmente en lugar de pasar cada mes por los domicilios y anotar, y por tanto cobrar, lo realmente consumido, hace una estimación al vuelo, siempre favorable a ellos y cobran por adelantado mucho más de lo realmente gastado.
De esto ya se han venido denunciando mil y un abusos y el gobierno y su responsable, el susodicho Sebastián, se ha hecho el longuis. A mi, como a todo hijo de vecino, le han venido aplicando semejante truco en más de una ocasión, pero en febrero los de Iberdrola se pasaron tres pueblos. Me cobraron 83 eurazos más de lo realmente gastado. Cobraron en seguida, a primeros de mes. Yo me mosqueé pero decidí esperar a este mes. Puntualmente me llegó la factura el tres de marzo con la lectura real, y efectivamente me tienen que devolver esos 83 euros. Pero ahora no tienen tanta prisa. Si para cobrar son expeditivos, para devolver se hacen los remolones. A fecha de hoy y cansado de esperarla, llamé hasta tres veces al 901 de Iberdrola. Me vacilaron durante unos veinte minutos, para al final darme la razón, decirme que que raro pero que a veces se producen esas demoras y que nada en 10 o quince días me ingresarán el dinero. Es decir que si lo hacen en esa fecha hará dos meses justitos que se quedaron con mis ochenta y tres euros. Sospechando, porque probarlo sería una labor ingente, que, por cierto, no me corresponde a mí, sospechando digo que Iberdrola utilece esa misma táctica de cobrar por estimado y retener un par de meses el dinero a miles de ciudadanos es fácil imaginar el chollo que tienen. Se lo llevan límpio, vamos, y no quieren oir nada de pagar daños y perjuicios o intereses, o lo que corresponda por "robarnos", aunque sea temporalmente, nuestro dinero. Y esto se lo debemos al caradura de Sebastián, increiblemente todavía ministro de la cosa. Que digo yo que si las eléctricas no pueden facturar mensualmente lo suyo sería volver al sistema de factura bimensual, y si eso no es posible lo lógico sería que el mes que no hagan lectura solo facturen los términos fijos. Pero claro se les acabaría el chollo, y eso si que no les conviene. Lo dicho:
¡Sebastían, dimisión!
Etiquetas: electricas, facturación, Iberdrola, Miguel Sebastian
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