LA NECESARIA INHABILITACIÓN DE AGUIRRE

No sé cual es el medio, el recurso legal o el vericueto jurídico que sería necesario emplear, pero cada día está más claro que se hace imprescindible la inhabilitación de la actual presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la que, a su edad, le ha entrado un ataque de rebelionitis. No es la primera vez que la susodicha ha hecho burla y escarnio de las normas estatales (ley antitabaco, ley de dependencia, asignatura de Educación para la Ciudadanía ( que bien le hubiera venido, por dios)..), que se ha aprovechado de fondos públicos para poner los medios públicos de comunicación a disposición de sus ideas y partido, que ha jugado con el futuro de una entidad de la potencia de Cajamadrid, que se saltó las normas de protección medioambiental para carreteras y autovías como la del pantano, que...bueno, la lista sería interminable. Pero además, esta señora, de noble cuna (ja), y modales barriobajeros ostenta, y nunca mejor dicho, un cargo que representa a todos pero que utiliza para que prevalezcan los derechos de los suyos. Su descaro no tiene límite y su osadía arrastra al débil Rajoy por derroteros que ya veremos que beneficios le reportan.

La última de la señora Aguirre es ese "tomar las armas" contra la subida del Iva, acordada por el gobierno central como una de las medidas para combatir el deficit galopante. Nadie pone en duda que la medida es discutible, pero de ahí a llamar a la rebelión....El problema de esta señora, y por tanto nuestro, es que no ve límite alguno a sus desatinos y además lleva adelante sin rubor alguno una política de doble cara que la lleva a decretar subidas (sablazos más bien) descomunales en las tarifas de transporte público, mientras denuncia el fervor impositivo del gobierno central. Desde luego que tiene jeta no lo duda nadie. Si además en su comunidad se ha dado vía libra a decretos como los del basurazo o las subidas disparatadas del IBI, propulsados por sus compañeros ( o rivales, que en su caso no está claro), su posición frente a las medidas del ejecutivo central aparte de insolidarias responden solo a una política infantiloide de rabieta, el no por el no y más si es a Zapatero.

Hay en esta actitud partidaria una clara deslealtad institucional, al poner en cuestión medidas del gobierno de todos, que seguramente debería tener un precio. El problema está en que enfrente la señora Aguirre tiene un presidente del gobierno que sigue investido en el dichoso talante y un partido, el Psoe, que lleva meses mudo y sordo, sin entrar a ningún trapo y sin plantarle cara a este personaje, tan crecido él, emulando lo peor del modelo tacherista. Pero los madrileños, y por extensión el resto de los españoles, necesitamos gente decente, que cumpla la ley aunque no le guste, y que utilice las vías legales, que las hay, cuando disienta de algo. Pero ese no es el destino de nuestra Esperanza. A ella le gusta alzar la voz, soltar la primera ocurrencia y hacer de ello banderín de enganche.

Por favor, que alguien haga algo...

Salud