KIRGHIZISTAN, KIRGIZIA, KIRGUISTAN
Lo de la prensa es que no tiene nombre. Y cuando hablo de prensa me refiero tanto a la tele, como a la radio o los periódicos. Y lo digo porque estos días hemos asistido, y asistimos a uno de esos habituales juegos de confusión que en realidad solo demuestran la ignorancia y la soberbia de muchos de nuestros periodistas. Y pensar que tenemos que aguantarlos como fuente de información!!!!!.
Viene al caso porque estos días cuando ves un telediario, escuchas una emisora de radio o lees los períódicos (salvo honrosas excepciones) nos encontramos que cada cual denomina como le viene en gana a una de esas ex-repúblicas soviéticas, nacidas con el fin de la URSS, cuya remotez hace casi imposible ubicarlas en el mapa. Pues bien, hablan de ella con una soltura increible. Nos cuentan, como si estuviéramos al cabo de la calle de todo, nombres y apellidos de políticos de ese país, bautizan una supuesta revolución popular, seguramente instigada por los chicos de Virginia, con nombre de azafrán, convierten en demócratas de toda la vida a la pandilla de bandidos y narcos que hasta hace dos días eran parte del régimen que ahora derrocan.
Pero sin entrar en el fondo de la información, que ya tiene tela, lo mejor está en la denominación del país. Para unos es Kirghizistán, para otros, y vaya usted a saber de dónde se lo han sacado, se llama Kirgizia, hay quien en nombre de la originalidad y para no ser menos, la denomina Kiriguizistán, y muy pocos se atienen a lo que dicta para este caso la RAE y la llaman Kirguistán.
Hombre, digo yo, sin ánimo de afearles su ignorancia, que en caso de duda lo razonable sería acudir a lo que dice la RAE, por aquello de que para algo la mantenemos: para fijar y dar esplendor al castellano. Pero está visto que en este país es mejor tirar por donde a cada cual le dé la gana y, buscando explicaciones más o menos exóticas, o sin ni siquiera explicarse, lanzarse a llamarla como mejor les suene.
Y no es para menos cuando diarios de referencia como El Pais o El Mundo, o agencias como la estatal EFE se permiten el lujo de sacar sus respectivos libros de estilo, pasándose por el culo las normas de la Academia y decidiendo al capricho como se escribe tal y cual cosa. No tengo nada que ver con La Vanguardia, salvo mi admiración ante su línea, pero no tengo más remedio que decir que es el único diario de alcance estatal que lo denominan correctamente. Quizá porque en Barcelona la soberbia les ciega menos que en Madrid, y quizá también porque tienen claro que lo importante es informar y no confundir. Sorprende también que algunos periódicos de los que dicen despectivamente de "provincias" cuidan mucho estas cosas. Una lección más para los demasiado ensalzados madrileños.
La culpa, si es que puede hablarse de tal, no es solo de los responsables de los medios de comunicaciónh. También lo es de la RAE que asiste, como si no fuera con ella, a este desmadre ortográfico. Digo yo que algo podría decir cuando se presentan esas dudas. Porque también esta para eso, para bajarles los humos a predojotas, grijelmos y compañía.
Salud
Viene al caso porque estos días cuando ves un telediario, escuchas una emisora de radio o lees los períódicos (salvo honrosas excepciones) nos encontramos que cada cual denomina como le viene en gana a una de esas ex-repúblicas soviéticas, nacidas con el fin de la URSS, cuya remotez hace casi imposible ubicarlas en el mapa. Pues bien, hablan de ella con una soltura increible. Nos cuentan, como si estuviéramos al cabo de la calle de todo, nombres y apellidos de políticos de ese país, bautizan una supuesta revolución popular, seguramente instigada por los chicos de Virginia, con nombre de azafrán, convierten en demócratas de toda la vida a la pandilla de bandidos y narcos que hasta hace dos días eran parte del régimen que ahora derrocan.
Pero sin entrar en el fondo de la información, que ya tiene tela, lo mejor está en la denominación del país. Para unos es Kirghizistán, para otros, y vaya usted a saber de dónde se lo han sacado, se llama Kirgizia, hay quien en nombre de la originalidad y para no ser menos, la denomina Kiriguizistán, y muy pocos se atienen a lo que dicta para este caso la RAE y la llaman Kirguistán.
Hombre, digo yo, sin ánimo de afearles su ignorancia, que en caso de duda lo razonable sería acudir a lo que dice la RAE, por aquello de que para algo la mantenemos: para fijar y dar esplendor al castellano. Pero está visto que en este país es mejor tirar por donde a cada cual le dé la gana y, buscando explicaciones más o menos exóticas, o sin ni siquiera explicarse, lanzarse a llamarla como mejor les suene.
Y no es para menos cuando diarios de referencia como El Pais o El Mundo, o agencias como la estatal EFE se permiten el lujo de sacar sus respectivos libros de estilo, pasándose por el culo las normas de la Academia y decidiendo al capricho como se escribe tal y cual cosa. No tengo nada que ver con La Vanguardia, salvo mi admiración ante su línea, pero no tengo más remedio que decir que es el único diario de alcance estatal que lo denominan correctamente. Quizá porque en Barcelona la soberbia les ciega menos que en Madrid, y quizá también porque tienen claro que lo importante es informar y no confundir. Sorprende también que algunos periódicos de los que dicen despectivamente de "provincias" cuidan mucho estas cosas. Una lección más para los demasiado ensalzados madrileños.
La culpa, si es que puede hablarse de tal, no es solo de los responsables de los medios de comunicaciónh. También lo es de la RAE que asiste, como si no fuera con ella, a este desmadre ortográfico. Digo yo que algo podría decir cuando se presentan esas dudas. Porque también esta para eso, para bajarles los humos a predojotas, grijelmos y compañía.
Salud
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