CUESTA DE ENERO

Si ya de por sí entrar en el mes de Enero es, cada año, una cuestión de supervivencia, lo de este año es aún más duro. Y sino solo hay que quitarse las orejeras y dejarse aturdir, que no mecer, por el ruido mediático que nos rodea. !pero cómo pueden ser tan coñazo!.

Uno sobrevive a las Navidades, incluso a la gripe, y tiene muy presente todos los días que tiene un largo, larguísimo mes por delenta, en el que lo de cobrar parecer sólo un espejismo muy lejos de nuestro alcance. Te bombardean las rebajes y, si picas, no haces más que prolongar la agonía de las finanzas caseras más allá de Enero.

Por si fuera poco, tenemos el problema añadido de nuestros políticos. El incansable Ibarretxe ha sabido aprovechar el momento y ha puesto su puñetero Plan en primera, provocando a todos para que todos entren al trapo. Hasta Eta lo ha hecho. Y así, asistímos no atónitos sino hastiados a declaraciones, reacciones, contradeclaraciones, más declaraciones,...en una cadena que no tiene fin.

Está claro que si no fuera el asunto vasco se buscarían otra, o habría otro individuo u organización que montaría el espectáculo. Es el caso de la Iglesia católica española que, probablemente celosa por haber perdido protagonismo después de meses dando la vara contra el aborto, la eutanasia, el matrimonio gay, etc...se descuelga ahora con que lo del condón está muy bien y que es un medio estupendo para parar el sida. Eso sí. Sólo un medio más, junto al que prefieren, la abstinencia. !Será porque ellos predican con el ejemplo!.

En fin, que aprovechando que hace frio, aunque no llueva (¿por qué, señor, por qué?), lo mejor es ponerse un gorro bien trenzado y debajo el mp3 o los cascos con música. Es la mejor manera de pasar de ellos y esperar que alguna vez se callen o, como alternativa, se vayan a la mierda.

Saludos